Mushoku, kono subarashī sekai ni tensei shimashita

№69 ¡Un desenlace para estos sentimientos complicados!

Actualmente estoy en el comedor para empezar con mi almuerzo y simplemente lo voy a decir.

Tengo un problema.

Últimamente Silph había estado mucho dentro de mi mente.

Como siempre, ella intentaría algo para estar más cerca de o cosas por el estilo, y ya en varias ocasiones a logrado besarme.

Hace no muchos días, uso una excusa estúpida sobre como la princesa quería una flor rara y me convenció de ayudarla a buscarla, ya que no podía contratar mercenarios o aventureros.

La verdad, no le preste mucha atención, y en ese momento no me había dado cuenta de lo estupido que sonaba si lo pensabas un poco.

Al final terminamos llendo a un bosque cercano, donde por alguna extraña razón empezó a llover, intenté despejar la lluvia antinatural.

Pero me tarde mucho tiempo y la lluvia solo había menguado muy poco, además, ya me estaba empezando a doler el brazo, y ya me había mojado.

Terminamos en una cueva, inmediatamente reconocí que todo era un plan de Silph, probablemente siendo ayudada por la princesa Ariel o alguna amiga de Silph que yo desconozca.

Toda esta escena me recordaba a una ocasión donde había pasado algo similar, una lluvia empezó y Silph me convenció (Chantajeó) con bañarnos juntos.

Al final no tuve opción, pero era solo un niño en ese entonces, obviamente no pensé en nada cuando vi a Silph en ese entonces, era una niña.

¿Que clase de degenerado le interesaría una niña de esa edad? Es más, una niña de cualquier edad está fuera de mi zona de stricke.

Solo me gustan las chicas que tengan una edad similar a la mía o mayores.

En fin, me desvíe del tema, uso una técnica estúpida y se desnudo frente a mi, bajo la excusa de posiblemente morir, algo que es posible dada la temperatura.

Ella intento atacarme sexualmente en ese momento, pero como buen hombre comprometido, me resistí.

Aunque ya estaba a las puertas de la muerte, ya que ya estaba empezando a aceptar la situación en el momento que empecé a besarla por propia voluntad.

Gracias a dios logré salir del hipnotizmo de ese momento, al final me senté en una esquina viendo hacia el muro de la cueva mientras me abrazaba las rodillas.

Confío en mi, pero no en mi amigo de abajo ni en mi ADN Greyrat.

Logré evitar cualquier resultado NTR ese día, y Silph no se veía desepcionada, más bien, algo molesta pero con una mirada determinada.

A veces me das miedo Silph.

Despues de eso intenté evitarla más de lo normal.

Aun así, yo no podía dejar de pensar en ella, en ocasiones si, claro esta.

Aunque, en ocasiones me descubriría recordando los pequeños gestos suyos.

La forma en la que se rascaba sus orejas.

La forma en la que se estiraba cuando había terminado algún trabajo o alguna estupidez.

Otras veces, pensaba en su aroma, la forma en la que percibía un poco de su esencia cuando ella pasaba a mi lado en el pasillo.

Más que nada, no podía dejar de pensar en su sonrisa.

Esa sonrisa de oreja a oreja suya que no quería salir de mi cabeza.

¡¿Por qué demonios no sale de mi cabeza?!

Y lo peor, la conozco muy bien y desde hace muchos años, se cómo es realmente, y es horrible en muchos sentidos.