Mushoku, kono subarashī sekai ni tensei shimashita

№75 ¡Amor, felicidad, descendencia, desesperación, caos y odio!

Cuando desperté en la mañana, Silph estaba durmiendo sobre mi brazo.

Miré su cabello verde, su pálida nuca, y sus largas pestañas.

Una chica tan increíblemente linda estaba recostada en la cama usando nada más que sus bragas, y mi brazo como una almohada.

Su rostro al dormir se veía demasiado relajado y vulnerable.

Y del otro lado, estaba Sara, durmiendo plácidamente sobre mi pecho.

Era una sensación muy similar, pero diferente, ya que Sara podía ser un poco más intensa en ocasiones.

De igual manera, ver su hermoso rostro, el dorado de su cabello, su bellísima figura que es la perfecta representación de las proporciones.

Tener a estás 2 mujeres a mi lado llena mi corazón de una calidez que nunca pensé que pudiera sentir.

Ambas tan lindas, tan vulnerables.

Claro, no le voy a hacer nada, no quiero que me odien.

Aún así, tocar un poco no está mal ¿No?

Después de todo, ambas son mías, totalmente mías, no dejaré que absolutamente nadie más pueda tenerlas.

Al pensar en todas las posibilidades, mi pequeño se puso de pie para su saludo matutino.

Él ciertamente estaba lleno de energía, considerando lo mucho que había trabajado ayer.

Y no hablo solo de sexo.

En mi vida anterior, la única atención que él había recibido fue la de mi mano derecha, aunque tenía algo de habilidad, asi que también funcionaba con la izquierda.

Lo sé, que gran habilidad, patético.

Aún así, está sensación, puedo confirmar que son 2 mundos completamente distintos.

¡Mierda! No puedo excitarme tan temprano en la mañana.

Silph tiene trabajo el día de hoy.

Aunque, Sara en teoría no tiene trabajo, solo sus clases hasta más tarde, jejejeje.

¡No! Recuerda Kazuma, trato equitativo, las amas a las 2, y aunque eventualmente preferirías a una de manera inconsciente, tienes que ser imparcial en todo momento.

O más bien, completamente parcial por ambas, espera ¿Eso es posible?

Cómo sea.

Simplemente tendría que quemar esa energía haciendo ejercicio.

Así que saqué mi brazo desde debajo de la cabeza de Silph y lo reemplacé con una almohada.

“Mm, Rudy, no se supone que bebas de ahí . . . ” se retorció Silph, haciéndose bolita.

Las cosas que decía hablando dormida eran lindas.

Me pregunto de dónde me estaba dejando beber en sus sueños.

“ *Quejido* ese alcohol es mío . . . ”

Que patéticamente predecible.

En cuanto a Sara, ella será más difícil, ya que está sobre mi pecho y no mi brazo.

“Mm” ella se movió hacia un lado, bajando de mi pecho y recostándose en una almohada.

. . . Bueno, no no me quejaré de una conveniencia de guion tan simple y grátis.

Cuando se movió, la mata que curbia su bello cuerpo callo ligeramente, dejando a la vista su belleza en todo su esplendor.

De alguna forma, terminé acariciando su pecho.