№30 Otro puto problema, nada me sale bien

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La mañana siguiente me desperté.

Bueno, me desperté al medio día.

“Rudy ¿En serio aún tienes esa mala costumbre?”

“Caaaallate, déjame dormir” que molesta.

“Vaya Rudeus, que perezoso, realmente eres igual que la basura de tu padre” dijo Elinalise.

“¡Y tu te callas, misera arrastrada!” Pero que perra más escandalosa.

“¡¿Cómo me dijiste mocoso?!”

“¡Lo que escuchaste, interruptora de mierda!”

“Ya calmense los dos, de verdad que son unos niños”

“Mira quien lo dice” dije yo.

“¡SI!” agrego Elinalise.

“¡Solo parezco! ¡¿Cómo es posible que se peleen e inmediatamente se junten en mi contraaaa?!”

En fin, el desayuno fue unas horas antes así que tuve que pagar el mío.

En esta posada no tienen esa promoción de la comida gratis, que mierda.

Paso un rato en el que estuve experimentando con mis ojos.

En efecto, el ojo de poder mágico es más fácil de comprender, solo necesito aplicar un poco de maná en una zona bastante amplia del ojo y listo.

Para desactivarlo, solo le dejo de aplicar mana.

En cambio, el ojo de la premonición es más difícil de controlar, sin duda me tardaré un tiempo en controlarlo.

Tal vez 1 o 2 semanas.

Pero bueno, eso no es a lo que quiero llegar.

Ahora que puedo ver, aunque sea solo con un ojo, ya puedo regresar a mi posada con Eris y Ruijerd.

Y eso es justo lo que hice, Roxy me acompaño, quería conocer a los chicos, más que nada para agradecer que me mantuvieran a salvó.

Aún cuando especifiqué muchas veces que fui yo quien los mantuvo a salvó.

Tardamos un rato, pero llegamos a las puertas de la posada.

Cuando entramos nos encontramos con el recepcionista que me saludo un poco sorprendido.

O fue por Roxy o porque no vine a dormir ayer, probablemente ambas.

Subí las escaleras hasta el tercer piso y me pare frente a la puerta de mi habitación.

“Mira, aquí me voy a estar quedando” le dije a Roxy.

“No se ve tan mal, aunque hace mucho calor”

“Seguro es porque aquí no lanzan hechizos de hielo a diestra y siniestra”

“Ya entendí, ya entendí, abre la maldita puerta ¿Quieres?”

Y eso hice, abrí la puerta y vi a Eris sentada en la cama y a Ruijerd en una esquina, igual que siempre.

“Oye ¿No crees que olvidamos algo?” dijo Eris.

“Si lo olvidamos seguro no era importante” contesto Ruijerd.

“Me alegra saber la importancia que le dan a mi presencia” dije.

Demonios, ya lo sabía, no esperaba nada y aún así estoy decepcionado.

“¡Rudeus!” Eris se levantó corriendo y fue directo a mi.

Luego me abrazo con fuerza.

“¡Idiota! ¿Dónde estabas? Te estuvimos buscando” dijo mientras me soltaba.

Mushoku, kono subarashī sekai ni tensei shimashitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora