Mushoku, kono subarashī sekai ni tensei shimashita

№68 ¡Un mágico día en la Universidad para este triángulo amoroso!

Había pasado un año desde que me matriculé en la Universidad de Magia de Ranoa, y acababa de cumplir 16 años.

En este mundo, las personas solo celebraban sus cumpleaños número 5, 10, y 15, así que a esta altura ya me había olvidado de cuál día era.

Podría haberlo descubierto revisando mi edad en mi tarjeta de aventurero cada mañana, pero no era algo que sacara frecuentemente estos días.

Aunque diré que no es que me importe mucho

La edad es solo un número ¿no?

Bueno, también diría que está es una edad importante para mí, a partir de aquí, solo puedo decir que pase más tiempo en esta vida que en la anterior.

Por alguna razón, eso me hace muy feliz, pensar que está se convertirá poco a poco en mi verdadera vida.

Después de conocer a Nanahoshi, mi rutina diaria había cambiado un poco.

Comenzaba mis días despertando temprano, vistiéndome, y saliendo a entrenar.

Aunque cuando Sara y yo tenemos relaciones la hago entrenar conmigo, aunque un entrenamiento mucho más intenso.

Esto era igual que siempre, pero en ocasiones Badigadi aparecería cuando yo estaba haciendo mis balanceos con la espada.

Aunque él no se unía o daba algún consejo.

En su mayoría, él solo me observaba en silencio con sus brazos cruzados o descansando en sus caderas, asintiendo pensativamente de vez en cuando.

No tenía idea de a qué conclusiones estaba llegando, y nunca las compartía conmigo.

Yo tampoco trataba de comenzar una conversación.

Si él abriera su boca, probablemente comenzaría a reírse lo suficientemente fuerte para despertar a todo el vecindario.

Honestamente, no estaba seguro de cómo interactuar con Badigadi.

Él se veía como un buen sujeto, pero nunca sabía lo que estaba pensando.

Y él era un Rey Demonio real, así que quería evitar hacerlo enojar por accidente.

Quien sabe cuándo puede declarar una guerra contra la humanidad, ya saben, la trama del 70% de los Isekais, incluyendo videojuegos.

Sin embargo, una mañana él me habló.

“Mm, encuentro fascinante tu entrenamiento, chico, pero debo preguntar . . . ¿tiene algún sentido?”

Auch, esa es una forma áspera de iniciar una conversación.

“Heeem, bueno . . . Usted probablemente no lo vio, pero también soy un espadachín, así que dependo de tener una buena forma como mínimo”

“Tú tienes una cantidad absurda de mana, no entiendo por qué estás entrenando sin envolverte a ti mismo en un Touki” me interrumpió Badigadi.

Si, tal vez olvide mencionarlo.

“Prefiero no usar Touki cuando entreno, usted mismo puede ver qué por alguna razón no tengo un cuerpo muy fornido a pesar de tener mucha fuerza, así que tal vez de esta manera pueda marcar un poco los músculos, además, mi Touki no es muy bueno”

Sip, eso era verdad, a pesar de los años, mi Touki era uno que se le podría catalogar como "uno bueno".

Pero luego me comparo con monstruos como Ruijerd, Eris, Badigadi o incluso Sara, y me doy cuenta que me falta un gran camino.

En gran medida dependo de mi verdadera fuerza ligeramente sobrehumana y [Fortalecimiento Físico] a la hora de pelear con espada.

Por eso prefiero no recibir muchos ataques, aún así, logré resistir ligeramente el ataque de Badigadi.