13. Martir pt.1

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-Sigue siendo él.

Namjoon murmuraba para si mismo, a la vez que recogía las flores más bonitas que se encontraba en el camino. No encontró mucha variedad, pero esperaba que con margaritas y jazmines azules sea suficiente para rogar por perdón.

-Dale un respiro maldita sea-Se regañó con mucho pesar en su corazón.

Después de casi tres semanas caminando por el bosque con dirección al norte, Namjoon todavía no podia comprender a la persona que lucia como su pareja pero que distaba mucho de la imagen que tenía en su cabeza sobre él. Su personalidad era más retraída, todavía le tenía miedo y sobre todo no dejaba atrás las ridículas reglas de ese lugar.

No quizo ser tan duro, por eso se recordaba una y otra vez que ese hombre de cabellos platinados seguía asustado, intentando sobrellevar todo de la mejor manera posible. Sobre todo cuando nada de esto era su culpa, y lo único que hacía él era gritarle lo egoísta que era. Bufó. Si que era un Alfa de mierda, comenzando por que jamás pudo protegerlo en realidad.

Pero no cometería el mismo error dos veces, así que por más de que le cueste mucha paciencia, se adentró en el bosque buscando frutos y legumbres. Estaba tentado de pescar algo, pero no mentía cuando decía que le dolía mutar. A demás que el agua estaría a temperaturas muy bajas.

El Alfa se perdió en sus pensamientos y poco a poco fue oscureciendo. ¿Cuándo se volvió de noche? Agradecía qué la luz de la luna no hacía todo muy tétrico, pero con las justas podía ver la palma de su mano.

-Maldición.

Estaba a una distancia considerable de la cueva que les había servido como refugio temporal. ¿ Jimin estaría en peligro? Namjoon tocó su cuello, ahí donde la marca se veía muy tenue y se sintió sólo y melancólico de ya no poder sentirlo como antes.

Unas ramas sonaron a pocos metros de él. ¿Sería el enemigo?

Mierda. Tendría se correr o mutar si no quería ser capturado. No podía dejar a Jimin sólo pero tampoco podia correr hacia la cueva o los guiaria directo a su omega. Así que se movió hasta quedar detrás de un tronco, el corazón latiendo contra sus costillas. Retuvo la respiración para para evitar dejar salir el vaho blanco de su boca. Su última opción era pelear...

-¡Alfa!-Jimin gritó blandiendo la rama con tanta fuerza que lo dejó noqueado por unos segundos. Se arrepintió de sacar la cabeza para divisar, pues ahora no estaba seguro de poder levantarse del suelo. ¿Desde cuando Jimin tenía tanta fuerza?-Me asustaste...tú, tú me abandonaste.

-Jimin, por el amor a la luna-Namjoon trató de incorporarse con una mueca de dolor, sosteniendo su cabeza-Calma, soy yo.

Sus palabras no hicieron el efecto que quería, con un Jimin respirando desesperado.

-Te esperé todo el día-Siguió diciendo molesto. Aún así le tomó del bicep con una mano, ayudándolo a levantarse e incluso limpiando algunas hojas secas de su cabello con una gentiliza que ni el mismo Jimin se percató-Tienes una promesa que cumplir ¡ma-maldito lobo!

Le empujó el pecho con una sola mano, algo que le dejó perplejo pero que no le movió ni un centímetro.

-Jimin.

-¡No!-Le gritó-Me hiciste salir a buscarte porque pensé que no volverías, hice una antorcha pero el fuego se apagó y caminé por la oscuridad rezando encontrarte.

Namjoon se quedó callado, por unos largos segundos mientras presenciaba a su omega jadear bajito con un llanto contenido. Mierda, sabía que estaba mal hacerlo sentir de esa forma pero...¿acaso Jimin se preocupó por él?

Al otro lado • Minimoni OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora