11. Hermano Mayor

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El hombre que dormía a su costado era raro. Bonito, pero raro. No tenía un aroma familiar, como el de sus papis. Pino y miel. Inspiró un poquito más con su naricita, esperando tal vez notar algo más allá del olor feo del lugar. Pero no llegó nada en especial.

—Tete—Pronunció memorizando su nombre.

El hombre era raro. No lloraba como los otros. No le temía a los hombres malos. Tampoco comía de lo que les daban, pues casi siempre se lo compartía. Jiwon pensó que su nuevo amigo era un niño malo por rechazar la comida, así que él se encargaba de terminarla. Por lo menos ya no dolía en su barriguita.

Se acercó un poco más a él, intentando no hacer ruido mientras el más grande dormía.

—Shhh—Se dijo a si mismo con un dedo en los labios, imitando el gesto que su papá una vez le enseñó para no despertar a los demás.

Gateando por las mullidas mantas, llegó hasta la cara del hombre, tocando despacio las heridas cerca de su ojo. Luego subió  hasta su cabello, tomando una hebra entre sus dedos. Lo analizó lo mejor que pudo con la poca luz que entraba al salón. Era rubio, pero no tanto como su papi. Hizo un puchero, molestándose de que no fuera el mismo color. Porqué puede que al ver a Taehyung por primera vez, creyó en su pequeño corazoncito que su papi había llegado por él. Pero mientras más se acercó, se dio cuenta que no era el mismo hombre que recordaba. No tenía el mismo aroma a miel, no le abrazaba igual, ni le hablaba con dulzura.

¿Acaso se habían olvidado de él?

El tiempo seguía pasando y ya se le hacía difícil recordar sus caras. Sobre todo la de su papi, y eso le asustaba. Jiwon sólo quería regresar a casa pero, ¿Dónde estaba su hogar si no podía ni reconocer a sus padres?

—Tres omegas fértiles y un Alfa—Gritó uno de los hombres malos al abrir la puerta de metal.

Jiwon sintió unos brazos alrededor de su cuerpo y luego fue presionado contra un pecho. El corazón bajo su mejilla, latía muy fuerte.

Boom, boom, boom.

Miró hacía arriba, viendo a su nuevo amigo con los ojos muy abiertos mientras observaba a los hombres malos.

—Jiwon, que están haciendo.

—No sé—Quería mirar para saber porque los otros hombres gritaban, pero Tete mantenía una mano sobre su cabeza—Te dije que sólo se llevan a los gord-

—Los omegas en cinta, lo sé—A Jiwon ya le había explicado la diferencia entre Alfas y Omegas, pero aún así, se le hacía complicado entender los conceptos a su tan corta edad. O él porque llevaban un cachorro dentro de su barriga.

—Quiero veeer—Se removió entre sus brazos, quejándose—Tete.

—Silencio, no me dejas concentrar.

Y lo que Jiwon no podía presenciar, era como aquellos Alfas pasaban de largo a todos los omegas en cinta, y sólo revisaban las muñecas de los que no lo estaban. Taehyung miró su propia muñeca, percatándose de unos símbolos extraños, y por distraerse, el cachorro salió de su agarre.

—¡Jiwon!

Uno de los Alfas fijó su atención en el niño y con zancadas grandes llegó hasta a él.

—Es un Alfa—Dijo el Alfa que tomó el delgado bracito, con un símbolo diferente al que Taehyung llevaba. ¿Cómo era posible saber el rango desde tan pequeños?—También entra en la lista.

Jiwon sintió miedo de ser llevado con los hombres malos, así que tirando con toda la fuerza que tenía, protestó para regresar con su amigo. No quería irse y estar solito. A él nadie lo cuidaba, nadie hablaba con él. No quería eso de nuevo. Con Tete por lo menos se sentía un poquito a salvo. Así que cuando creyó que se lo llevarían, no esperó que Taehyung se levantara con las piernas temblando para golpear a uno de los Alfas. Fue entonces que pudo librar su bracito.

Al otro lado • Minimoni OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora