21. Omega

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Namjoon entró a su cabaña con una sensación extraña en su pecho que sabía venía del contrario. Se tomó el cuello, tocando la piel de manera superficial, allí donde se encontraba la marca de Jimin. Estaba casi cicatrizado, pero dolía y eso no le daba una buena señal.

Ignoró el malestar, sabiendo que no podría hacer nada al respecto por el momento. Al igual que no le interesó mucho la comida que le llevó Seokjin, a pesar de que tenía un buen aroma. Sólo se concentró en los piecitos que bajaban las escaleras de su cabaña con rapidéz.

—¿Minmi?—Su cachorro se acercó a él frotando su ojo, todavía con sueño.

Namjoon le sonrió con tristeza. Se agachó para tomarlo en sus brazos y dejar que descansara sobre su hombro. El niño no dudó ni un segundo en recostarse, cerrando los ojos y abrazando su cuello con sus delgados brazos. Namjoon sabía que ya no era un bebé, y que Gaia le había quitado tres años de la vida de su hijo, pero eso no evitaba que lo cargara como uno.

Le besó la coronilla, llevándolo hacia la mesita con tres sillas. Se sentó en una de ellas, dejando a su cachorro sobre sus piernas.

—Lo veremos después—Mencionó, refiriéndose a Jimin—Mira, Jinnie nos trajo el desayuno.

—Quiero a mi papi—El cachorro con un puchero, tampoco no muy interesado en la comida—¿Ya se va a curar?

—Jiwon, se enfriara—Le acercó un poco del pan a la boca y el cachorro negó con la cabeza. Mirando hacia su rostro con una expresión preocupada.

—Yo como poquito, dejo para ti ¿si papá?—Dijo frunciendo el ceño muy consternado.

Namjoon lo imitó confundido, pero Jiwon señaló al pedazo de pan y luego a él.

—No va a quedar—Repitió tomando el pan de sus dedos, hasta su boca—Para después, yo como poquito.

—Jiwon hay suficiente, mi amor—Le complació abriendo la boca, viendo que su cachorro parecía más tranquilo al verlo comer. Hasta que poco a poco las palabras de su hijo le hicieron más sentido en su mente. Pronto su garganta se cerró, y quizo llorar al verse tan impactado por sus conclusiones. No tuvo más remedio que estrechar a su hijo contra su pecho. Pensando en todas las veces que tal vez no tuvo bocado para llevarse al estómago—Oh, mi cachorro, tendremos más comida para después no tienes que preocuparte por eso.

—¿Nos van a traer más?

—Voy a conseguirte más.

—Puedo guardar, para Tete—Abrió su boquita cuando su padre le alcanzó un pedazo masticable de cerdo.

—Que tal, si cuando Tete venga le preparamos algo nuevo—Habló con suavidad—Lo que él quiera.

Su cachorro lo pensó por unos segundos, decidiendo que estaba bien aquello. Resignado, Namjoon comió en el silencio de su comedor con dos sillas vacías. Replanteandose quién era ese tal Taehyung del que tanto mencionaba su hijo, y del que aprendió en esas semanas, tenía que guardar un poco de comida ya que su cachorro parecía que le esperaba.

—Shh—Jiwon llevó uno de sus dedos a la boca, como si se dijera a sí mismo de guardar silencio. Namjoon sólo se encargo de acariciar su platinado cabello, sin saber cómo borrar las memorias de su hijo de ese horrible lugar.




🪻🐺🌙

Con los ánimos por el suelo,  Namjoon se apresuró en despachar a un Alfa que llegó al tópico por una mano astillada. No fue de mucha gravedad y es que su hermano no le dejaba realizar mayores tareas que requerían de mucho esfuerzo.

Al otro lado • Minimoni OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora