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Tennessee entró en la biblioteca de Hogwarts con paso tranquilo, disfrutando del ambiente sereno y acogedor del lugar. Los altos estantes llenos de libros y el suave murmullo de estudiantes concentrados en sus tareas creaban una atmósfera perfecta para la lectura y el estudio.
Mientras buscaba un libro para su próxima clase de Encantamientos, notó a alguien familiar en una de las mesas al fondo de la biblioteca. Era Tom, concentrado en la lectura de un grueso tomo de magia oscura. Tennessee se detuvo por un momento, observándolo con curiosidad.
Tom, con su habitual expresión seria y concentrada, parecía completamente absorto en la lectura. Sus rasgos elegantes y su postura segura daban la impresión de alguien profundamente inmerso en el conocimiento mágico.
Tennessee decidió acercarse, queriendo saludar pero también sintiendo un poco de nerviosismo al interactuar con él. Con pasos suaves, se acercó a la mesa donde estaba Tom y esperó a que levantara la mirada de su libro.
—Hola, Tom.— saludó Tennessee con una sonrisa amistosa, intentando romper el hielo.
Tom levantó la vista lentamente, sus ojos oscuros mirando a Tennessee con curiosidad. Su expresión era neutral, como siempre, pero algo en su mirada indicaba algo diferente.
—Hola.— respondió Tom con calma, cerrando su libro.
—¿Como estás?— preguntó ella, era la primera vez que escuchaba su voz y no, no mentía.
—¿Que quieres?— preguntó cortante, se notaba que no quería hablarle.
—Quería... saludarte, nunca había hablado contigo.— dijo.
—Y sería mejor si se quedara así.— dijo levantándose.
Tennessee sintió el rechazo en las palabras de Tom, pero decidió no dejar que eso la desanimara. Quería entender mejor por qué Tom parecía distante y poco dispuesto a interactuar.
—Lo siento si te molesté. No era mi intención causar incomodidad e interrumpirte.— dijo Tennessee, manteniendo su tono amable a pesar de la respuesta fría de Tom.
Tom la miró por un momento, evaluando sus palabras. Luego, suspiró suavemente antes de hablar de nuevo. —Ya me interrumpiste, así que no te disculpes si ya lo hiciste.
Tennessee se sintió un poco desconcertada por la respuesta de Tom, pero decidió mantener la compostura y seguir con la conversación de manera respetuosa.
—Entiendo, lamento haber interrumpido tu lectura. Solo quería saludarte y tal vez conocerte un poco más, ya que estamos en el mismo grupo, compartimos amigos y es incomodo que no hables porque yo estoy ahí.— explicó Tennessee, tratando de establecer un puente de comunicación.
Tom la observó en silencio por un momento antes de responder. Su expresión era difícil de descifrar, mostrando una mezcla de reserva y curiosidad.
—No tenemos absolutamente nada de que hablar tú y yo, y puede que le hayas caído bien a los demás estúpidos que me rodean, pero para mi no eres parte de nosotros.
