07.

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Tennessee se estaba peinando su cabello, terminando de arreglarse para bajar a cenar como había dicho Tom, si de algo estaba segura era de que sus amigos si estaban preocupados por ella

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Tennessee se estaba peinando su cabello, terminando de arreglarse para bajar a cenar como había dicho Tom, si de algo estaba segura era de que sus amigos si estaban preocupados por ella. Ahora que tenía a Pelusa de vuelta se sentía mejor así que por qué no bajar para convivir con sus amigos un rato después de dos días.

Una vez dejó el cepillo en la mesa, sintió cómo daban tres golpes a su puerta, la pelirroja caminó hacia la puerta y la abrió dejando ver a...

—¿Tom?— preguntó ella con el ceño fruncido. Okay, ya era la segunda vez que veía a Tom Riddle parado detrás de su puerta y eso era raro. —¿Que... se te ofrece?— preguntó ella.

—Lo haré solo porque no quiero más dolores de cabeza.— dijo él.

—¿De que hablas?— preguntó la pelirroja con el ceño fruncido.

—De tu estúpida propuesta por llevarnos bien.— dijo un tanto obvio.

Tennessee se quedó mirando a Tom, sorprendida por su respuesta. No esperaba que él aceptara, pensaba que había sido en vano.

—¿Hablas en serio?

Tom suspiró. —Si, hablo en serio.

—Bueno, eso es un paso adelante, supongo.— dijo Tennessee, tratando de ocultar su sorpresa.

Tom simplemente asintió con indiferencia. —No esperes que cambie mi forma de ser de la noche a la mañana. Solo estoy aceptando para evitar más dramas innecesarios.

—Entiendo.— respondió ella, tratando de mantener una actitud positiva. —Supongo que es mejor que intentemos llevarnos bien por el bien de todos.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, como si estuvieran evaluando la situación. Tennessee no sabía exactamente qué esperar de esta nueva dinámica entre ellos, pero estaba dispuesta a darle una oportunidad.

—Así que... ¿vamos a bajar para la cena?— preguntó Tom, rompiendo el silencio.

Tennessee alzó las cejas. —Okay... dame un segundo...

Tom asintió y después de unos segundos ella salió y caminó junto a ella hacia el comedor. Durante el breve trayecto, ambos se mantuvieron en silencio, pero no era un silencio incómodo. Parecía más bien una tregua momentánea, un acuerdo tácito de dejar de lado las diferencias por el momento.

Al llegar al comedor, los chicos los miraron con sorpresa. Era raro ver a Tennessee y a Tom juntos.

—Hola, chicos.— dijo la pelirroja con una sonrisa.

—¡Nessa!— dijo Blaise.



—¡Nessa!— dijo Blaise

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Teach me how to love (Tom Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora