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Tom llevó a Tennessee hacia su dormitorio, notando cómo ella iba tambaleándose ligeramente y hablando cosas sin sentido debido a su estado de ebriedad

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Tom llevó a Tennessee hacia su dormitorio, notando cómo ella iba tambaleándose ligeramente y hablando cosas sin sentido debido a su estado de ebriedad.

—Tennessee, cálmate por favor.— dijo Tom con tono tranquilo pero firme, mientras subían las escaleras hacia el dormitorio de Slytherin.

Ella seguía balbuceando cosas sin coherencia, a veces riendo sola y otras veces murmurando frases incomprensibles. Tom la guiaba con cuidado, asegurándose de que no tropezara ni se lastimara en el camino.

—A veces quiero... patear a Mattheo.— dijo ella.

—¿Si? Yo también.— dijo Tom.

Al llegar al pasillo de los dormitorios, Tom abrió la puerta de Tennessee y la ayudó a entrar. Ella se dejó caer en la cama, riendo y murmurando cosas sin sentido.

—Tennessee, debes descansar. Has bebido demasiado.— dijo Tom, mirándola con preocupación mientras se acercaba a ella.

—¡Ah!— gritó la pelirroja. —¡¿Tú quien eres?! Eres un pervertido, ¿por que estás en mi habitación?

Tom rodó los ojos y suspiró. —No seas tonta, no soy ningun pervertido.

—Entonces, ¿quién eres tú?— Tennessee hablaba más como afirmaciones que como preguntas. —¿Quién eres? Vete de aquí.

—Soy Tom.— dijo el castaño.

—¡Tom!— exclamó ella. —Uno de mis amigos se llama así... Tom, Tom, Tom... Tom Riddle, es un gruñón.— dijo ella, negando con la cabeza.

Tom suspiró, tratando de mantener la calma. —¿Ah sí?— preguntó, sintiendo la dificultad de la situación al tratar con una persona en estado de ebriedad. —Yo no soy ningún gruñón, me comporto como debo, eso es diferente.

—Tú no eres Tom Riddle.— afirmó Tennessee con convicción.

Tom se pasó una mano por la frente, reconociendo la confusión de Tennessee y su dificultad para mantener una conversación coherente. —Como digas, entonces.

—Tom... es... lindo.

Tom escuchó las palabras de Tennessee con una mezcla de sorpresa y confusión ante su estado. —¿Que?— preguntó él.

Ella asintió con firmeza, como si estuviera convencida de lo que decía. —Sí, Tom es lindo, pero tú no eres Tom Riddle.— insistió, tratando de aclarar su pensamiento en medio de la confusión.

Teach me how to love (Tom Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora