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Era de noche y el castillo de Hogwarts estaba envuelto en un ligero murmullo por los estudiantes que caminaban por los pasillos, por el ocasional crujido de las escaleras cambiantes y el susurro del viento contra las ventanas

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Era de noche y el castillo de Hogwarts estaba envuelto en un ligero murmullo por los estudiantes que caminaban por los pasillos, por el ocasional crujido de las escaleras cambiantes y el susurro del viento contra las ventanas. Las estrellas brillaban débilmente a través de los vitrales del pasillo mientras Tennessee caminaba hacia el salón donde había quedado con Theo. Cada paso resonaba en la piedra fría del suelo, amplificando su nerviosismo.

Tennessee sentía su corazón acelerado y sus manos temblorosas mientras se acercaba a la puerta del salón. Theo le había prometido reunir a los chicos allí, y aunque la idea de enfrentar sus miradas inquisitivas la aterrorizaba, sabía que tenía que hacerlo.

Se detuvo frente a la puerta, respirando profundamente para calmarse. Con un leve temblor en la mano, empujó la pesada puerta de madera y entró. El salón estaba iluminado por varias velas, creando un ambiente cálido y acogedor a pesar de la tensión en el aire.

Theo estaba de pie junto a la ventana, y al verla entrar, se acercó con una sonrisa tranquilizadora. —Todos están aquí. Recuerda que todo estará bien... no debes tener miedo.— dijo mirándola fijamente.

Tennessee asintió, agradecida por su presencia. Miró a los demás, que estaban sentados en círculo, conversando en voz baja pero callándose al notar su llegada.

—Hola, enana.— dijo Mattheo con una sonrisa al verla.

—Hola...— dijo ella con una pequeña sonrisa.

Tennessee se sentó en la mesa del profesor, los chicos acomodaron sus sillas para verla y Theo se sentó en la silla libre.

—¿Y? ¿Por qué estamos aquí?— preguntó Draco curioso.

—Tennessee tiene algo que decirles... solo déjenla hablar.— dijo Theo.

—Okay.— dijo Blaise.

—Pero no habla.— dijo Mattheo. —está como ida.— la señaló. Tennessee miraba al suelo.

—Denle espacio.— dijo Regulus.

—Ella no va a hablar si no se callan.— dijo Enzo.

—¿Es en serio? ¿Comenzarán a discutir ahora? Son unos imbeciles.— dijo Tom.

—Imbécil tú mamá.— dijo Draco.

—¿Que dijiste Malfoy?— preguntó el castaño.

—Mi mamá está muerta idiota.— dijo Mattheo.

—Chicos...— habló Enzo.

—Me importa una mierda, tú también le dices cosas a mi mamá y la mía está viva.

—Eso es menos irrespetuoso, por que la tuya está viva.— dijo Mattheo.

—Eso no tiene nada que ver, es igual de irrespetuoso.

Teach me how to love (Tom Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora