Punto y final - parte 2

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Capítulo 26

-No, no, no -se apresuró a decir- te estoy diciendo eso, por que yo no vine a culparte aquí no nada, ni tampoco vine a lavarme las manos, yo simplemente vine acá para que habláramos los dos, y los dos, juntos, trataremos de llegar a algo, buscara ese momento, ese lugar de nuestra historia en la que se perdió, lo nuestro, nuestro amor.

Se podía escuchar la melancolía en su voz, a pesar de todo fueron muchos los momentos buenos que pasaron juntos y en el fondo, le ubiera gustado que su relación funcionara, que ubieran logrado ser felices los dos.

-¿si? ¿Y por que no lo dijiste desde el principio? ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no hablaste cuando se te estaba desvaneciendo el amor? ¿Por qué dejaste que esto avanzara? -dijo soltando en llanto-

-Por que no sabía en que momento se acabado el amor y comenzó el compromiso.

Esas palabras las sintió con un descalabro, ¿asi que todo era compromiso? No podía creer hasta donde llegó su crueldad. Entonces ahí se dio cuenta que la única que en verdad amaba de los dos era ella.

-¿Tu estabas conmigo por compromiso? -hizo una pausa- ¿Sabes una cosa Armando? Tú no viniste a terminar una relación, tú viniste a terminar conmigo ¿por cuanto más tiempo me vas a humillar?

-Marcela, yo no vine a humillarte, yo no vengo a eso.

-Ya no quiero escucharte más, no me lo merezco. -trato de irse pero Armando la detuvo-

-Ese precisamente a sido nuestro mayor error, el silencio. Marcela, de pronto ese error a sido a sido mucho más mío que tuyo, pero en todo caso no podemos darnos ese lujo en este momento. Lo que vas a escuchar no es un sartal de humillaciones como tu piensas, todo lo contrario, vas a escuchar una historia de amor que pasó hace muchísimos años, cuando un hombre conoció a una mujer y se enamoró profundamente de ella, la vio crecer a su lado y cayó ante su arrolladora inteligencia, ante su sonrisa maravillosa y se perdió en su sensualidad, tú no sabes lo loco por ti que fue. Mira, para mí lo más importante y siempre lo sera, fue el día que dijiste que me amabas por primera vez, ese día lo voy a guardar en mi corazón como lo más sagrado, yo lo voy a guardar por el resto que me quede de existencia y específicamente ese es el recuerdo que yo no quiero romper.

-Lo estas rompiendo-le dijo con la voz cortada-

-No, estoy tratando de poner todo en su sitio, Marcela, estoy tratando de que tú entiendas que esto no es un juego, ni una mentira, estoy tratando de rescatar los momentos sagrados, los momentos felices, te estoy diciendo que yo te amé y te amé profundamente, que también en algún momento de nuestra vida el amor no fue suficiente para rescatarnos de lo cotidiano, de nuestros defectos. A mí me consta Marcela que tú eres una mujer con capacidad de amar, que amas mucho mejor que yo posiblemente, lo que pasa es que te enamoraste de un espejismo, de un hombre lleno de defectos, de un hombre neurótico, furioso, irresponsable, Marcela, yo no te merecí nunca, eres una mujer bella, bellísima, una mujer que es capaz de ser fiel de acción y de pensamiento, una mujer que sobresale mucho mejor que yo.

Por fin había caído en cuenta del gran daño que le había hecho, se daba cuenta que acabó con Marcela, la destruyó, la pisoteo, y a pesar de todo ella seguía ahí, amandolo, no sabía si algún día hiba poder pagar todo el daño que le hizo; ahora pensaba que siempre se mereció algo mucho mejor, a alguien mucho mejor. Y pensó en Betty, logrando sentirse más canalla si es que se podía, ya eran dos mujeres en su vida que jamás merecieron todo el daño que les hizo.

Pero aquí había una gran diferencia, solo una pudo darle toda la dulzura y comprensión que necesitaba, solo una lo apoyo en todas sus estupideces...

-Ese no es tu problema, yo se de quien me enamore. Pase los mejores días a su lado, también lo padecí y en medio del padecimiento lo seguí amando.-le dijo mirándolo a los ojos-

-Y te seguiste haciendo daño. Marcela, yo te agradezco que me hayas amado en la forma que lo hiciste, pero también saque muchos momentos de tu vida y pudiste haberte dado cuenta de que yo era una causa pérdida.

-¿Estas terminado conmigo para que te deje el camino libre?

Se quedó por un momento pensando, respiro hondo y respondió.

-Tu más que nadie conoce esa respuesta. Marcela yo vine para salvarme, para limpiar mi vida, para expirar mis culpas y para no volver a hacerte daño, ni a ti ni a nadie más en la vida. Por eso estoy aquí, para decirte que jamás volveré a hacerte daño Marcela.

-¿Tu crees que dejándome no me vas a hacer daño?

La estaba matando, no, esto tenía que ser una pesadilla, no podía ser real. Si decía que ya ko la volvería a lastimar ¿entonces por que la dejaba? La estaba hiriendo como nunca. Si pensaba que dejarla era lo mejor, se equivocaba.

-Se que en este momento te podré estar haciendo mucho daño, pero no se compara el daño que te voy a hacer si sigo a tu lado.

-Eso dejamelo a mí, tu dices que yo tengo momentos de lucidez, se lo que estoy peleando, te conozco más a tí de lo que tú te conoces a ti mismo.

-Marcela, por favor.

-Te conozco más que todas las mujeres que han estado a tu lado. Mira, yo no te estoy suplicando que no te vayas, solo te estoy pidiendo que lo pienses, que lo analices, tú vida todavía no está equilibrada Armando.

-Ya lo pensé y eso es lo que quiero para mi vida, se lo que tengo que hacer.

-Te e tenido tanta paciencia.

-Y esa paciencia se convirtió en tu puñal en tu propio puñal Marcela, jamás entendimos que no vamos para ninguna parte, y tu puedes pensar que esto es por humillarte, que compartir esto conmigo humillarte pero va a ser mayor la humillación si no entiendes que estás viviendo con un cadáver a tu lado, con un hombre que no siente ya nada por ti y que no quiere volver a acariciarte ni a ti ni a otra mujer jamás, entiendelo.

-No, pero yo se que lo vamos a solucionar, yo lo sé.-dijo mientras se abrazaba a su cuello-

-No, no, no, esto no va ser, no se va a solucionar nada, suena absurdo, sería desperdiciar tu vida con una persona que no te ama mientras que tu puedes buscar alguien que te ame, que te merezca. -dijo mientras retiraba delicadamente las manos de ella de su cuerpo-

-Es que yo no quiero a nadie más, yo e luchado por tí, yo te merezco y yo se que lo voy a lograr.

-No más más, no me obligues a permanecer a tu lado por un sentimiento de culpa. Ese ha sido mi principal error durante toda la vida contigo, porque yo he tratado de pagar con oportunidades todo lo que has hecho tú por mí en la vida, que por cada oportunidad que nos hemos dado lo único que he hecho es herirte, hundirte y matarte.

-No, no claro que no. -dijo mientras se tiraba al suelo-

-Marcela por favor levantate, no agas esto más difícil.

Le dio la mano para que se levantara, no soportaba verla en ese estado, no podía más, era mejor irse.

-Es mejor que me vaya, se feliz Marcela, trata de dejar de lado todo el daño que te hice y espero que encuentre a alguien que te merezca de verdad. Adiós -dijo mientras la sostenia de los hombros-

Salió de su departamento, solo tomó algunas de las poco cosas que quedaban en él, las metió en una maleta y se marchó. Marcela solo lo observaba con dolor mientras lloraba, no podía parar. Lo observo irse por el elevador se derrumbó más al saber que ya no volvería jamás.

-Se fue, ¡se fue!. ¿Quien será la mujer por la que me dejas Armando? ¿Quien me aparte de ti? ¿Quien?

Mientras el elevador bajaba Armando dejó caer una lágrima, le afecto demasiado el estado en el que se puso Marcela, y también el hecho de decir adiós para siempre.

-Gracias Marcela, gracias por todo, fuiste lo mejor que tuve en algún momento.

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(@bettyfolklore)

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