XIX - Camino incorrecto

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XIX

—¿Has pasado mucho frío? —pregunto sabiendo la respuesta. Yoongi asiente mientras muerde el sándwich que guarde para él de mi desayuno.

Lleva cuatro días ahí.

Sé que tiene frío, pero me dijo que no le trajera nada con que taparse o podrían notarlo los coordinadores.

Yoongi es callado, bastante para mi gusto, taciturno y con expresión apática. Pero ahora se muestra débil y abierto a mi ayuda. Eso me hace sentir gratificado.

—Ya está anocheciendo, será mejor que te vayas.

—Sí —concuerdo no muy convencido, así que lanzo mi última pregunta—. ¿Tú ya habías intentado huir antes? —repito la información que dijo el coordinador que nos atrapó aquel día.

—Sí.

—¿Y cómo fue?

No logro descifrar el rostro críptico de Yoongi.

—Espantoso —define en una palabra—. Intenté huir por una vieja verja que había, me atraparon no muy lejos. En ese tiempo no estaba esta fosa, así que simplemente me mantuvieron sin comer hasta que comencé a convulsionar una noche.

Suelto un jadeo impresionado.

—¿Ellos siempre han sido... así?

Asiente y estira su brazo para que le dé la botella con agua.

—No les conozco otra faceta, mas que la de ser una mierda —bebe—. Quiero que pasen ya estos meses.

—Tú... —busco palabras para dirigirme a él sin que se sienta incómodo—, no has dejado de venir aunque ellos sean una mierda —repito sus palabras.

—Hay cosas que no entenderías, Jimin.

—Puedo entenderlo si me lo explicas —alego negándome a que crea que no tengo el suficiente seso para comprender sus acciones.

—Jimin.

—¿Mmh?

—Cuando te dije que tu voz era horrible... yo estaba mintiendo.

Río con ojos pequeños y recuerdo ese momento, uno de los primeros donde Min Yoongi fue un idiota conmigo.

—Oye, no tienes que mentir, no dejaré de traerte comida aunque pienses que mi canto es... desacertado —rio de nuevo y Yoongi me observa con reparo.

—Es en serio.

—Sí, sí —le quito importancia—, ya no canto, si tanto te preocupan los tímpanos de los devotos.

—Lo he notado.

— ¿Eh? —veo fijamente a través de los barrotes.

—Cuando se hacen los cánticos, tú sólo tarareas.

Mi rostro se tiñe carmín, no pensé que alguien lo notara, mucho menos que Min Yoongi, el cual siempre se mantiene alejado de mí, se percatara de mis tarareos o voz muda al cantarle al Señor.

—Bueno... Siento un poco de pena.

Yoongi observa el suelo sucio y después a mí.

—Perdón —dice genuino y observándome con esos ojos negros como la noche.

—Está bien.

—Tu voz es relajante y calma. Es aniñada, pero no empalagosa. Lo siento, no quería insultarte.

—Está bien —repito porque jamás me sospeché en esta situación.

—Tú voz es definitivamente de mi gusto, Park Jimin.

Suspiro y vaho sale de mi boca, durante esa noche bajarán más las temperaturas.

No sé cómo comportarme ante un halago, jamás los recibo, menos de Yoongi, el hijo del pastor que hasta hace unos días parecía odiar mi presencia.

—Eh... tú también... también tocas bien el piano —balbuceo sin siquiera pensarlo y veo una risa en el rostro pálido de Min Yoongi—. Eh... ya me voy.

—Sí.

—Adiós —me levanto del suelo y sacudo uno de los pants grises que nos dieron como uniforme. Sé que estoy sonrojado y sé que Yoongi no es tonto como para no notarlo.

—Jimin —me llama y busco su mirada—, ¿vendrás mañana? —dice con unos ojos debilitados y demandantes.

Mi corazón se acelera tanto que bombea la sangre directo a mis oídos, haciéndome escuchar el propio latido de mi corazón desbocado.

—Sí, Yoongi, mañana vendré —busco no mostrar una sonrisa pudorosa.

—Gracias, Jimin.

Asiento y me regreso a la cabaña. No noté lo inquieto que había estado durante el día hasta que miré a Min Yoongi y mis sentidos se relajaron.

Oh, ¿qué mierda está pasándome?

Vocifero algunos improperios mientras doy vueltas en mi cama.

No quiero que esto esté pasándome, no quiero sentir esto que está creciendo por Yoongi. No quiero. No es sano. No es normal. No es correspondido. Y no es decente.

Vine a dejar el camino incorrecto.

Pero...

El camino hacia Min Yoongi es atrayente.

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💕

Cordero de Dios «YoonMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora