Capítulo 11

110 22 30
                                    



BLUE FLAMES

蓝色火焰

CAPÍTULO 11

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 11



SE CONVIRTIÓ EN SU RUTINA. Sia despertaba cada mañana con los primeros rayos de Agni, que rozaban su rostro suavemente. Lin, aún dormida, la sujetaba firmemente, sus brazos enroscados alrededor de la cintura de su maestra fuego como si temiera que escapara en cualquier momento.

━No... ━ murmuró Lin medio dormida, como si percibiera el leve intento de Sia por liberarse.

Sia suspiró, sonriendo con una mezcla de resignación y ternura. Siempre era así, su novia aferrándola incluso en sueños, como si el peso de su cansancio se evaporara en esos instantes.

━Necesito ir a hacer mis estiramientos ━. susurró, más para sí misma que con la esperanza de que Lin la dejara ir.

━No ━ repitió Lin, esta vez con más firmeza, apretando su abrazo y atrayendo a Sia aún más cerca, como si una amenaza silenciosa rondara en su mente.

Sia la miró, su rara expresión pacífica mientras dormitaba. Su corazón se llenó de una calidez inesperada. Había aprendido a amar esos momentos de paz, de comunión en silencio, así que se quedó unos veinte minutos más, solo disfrutando la sensación de ser sostenida.

Finalmente, después de convencer a Lin con caricias suaves, se deslizó fuera de la cama y comenzó su rutina diaria: ir al baño, cambiarse por ropa cómoda, hacer café y desplegar una colchoneta en la sala de estar.

No pasaba mucho antes de que la maestra tierra apareciera con el ceño fruncido y el cabello despeinado, aun luchando contra su mal humor matutino. A Sia le costaba creer que la misma mujer que lideraba la policía con mano firme, y que era tan gruñona al amanecer, fuera tan dulce en su interior.

Habían encontrado un ritmo de convivencia inusual pero efectivo. Ambas eran independientes y habían vivido solas la mayor parte de sus vidas, pero el tenerse mutuamente les daba una sensación de hogar que antes no conocían. No eran personas destinadas a vivir solas, incluso si lo habían hecho toda su vida. Lin tenía reglas estrictas, mientras que Sia aportaba su espontaneidad y desorden controlado. Conocían cosas profundas de la otra, pero igual de importante, conocían cosas pequeñas, casi superficiales. Era su día a día, seguir conociéndose. Sia se levantaba ni bien comenzaba a asomar el primer rayo de sol, a Lin no le gustaban las charlas matutinas más que un simple saludo, Sia odiaba cocinar la cena y Lin debía, pero no le gustaba cocinar el desayuno. Ella podría olvidarse con facilidad del almuerzo y la merienda, pero jamás de la cena. Ella desayunaba y cenaba, sin falta, pero odiaba cocinar por las mañanas. Sia comenzó a cocinar el desayuno, luego de los estiramientos.

Pronto, el departamento de Lin se convirtió en el hogar de ambas, incluso si el de Sia aún estaba. Allí se juntaron a cenar con Min y Kya, también con Azula. Fue algo que se podía aprovechar mejor por cuestiones de espacio y comodidad, para luego desarrollarse en el hogar elegido. Se ayudaban mutuamente a llegar al final del día. Era algo que ellas querían, la compañía. En las buenas y en las malas.

BLUE FLAMES━━ lin beifongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora