" SURGE UNA . . . ¿AMISTAD? "
03.02.2024 , narrator's point of view
Estudiantes había ganado en Santa Fé el pasado jueves, con un gol de Ascacibar cuándo faltaban 15' para que se termine. Mansilla había debutado como titular y aunque no habia tenido mucha participación, la única vez que Unión pateó al arco el arquero tuvo una buena atajada.
Azul llegó temprano al country club de city bell y como de costumbre, entró en el pequeño despacho que utilizaba en el predio. La habitación tenia muebles con estanterías que contenían cremas para los dolores musculares, ya sea para las piernas o los brazos, y las paredes estaban decoradas por varias camisetas encuadradas, de distintos jugadores y distintos años,
Era una mañana tranquila en el country, así que aprovecho para ponerse a repasar para el parcial de anatomía que tenía el próximo lunes.
Una notificación hizo vibrar su celular, causando su desconcentración de los largos resúmenes que había sobre el escritorio.
— Negra
— Venís un toque?estoy en el despachito repasando —
veni vos q no son ni —
20 pasos, paja brava— Cornudisima
⁰⁹'²³
Cinco minutos después de la respuesta de su amigo Eros, tocaron la puerta del despacho y Azul respondió un simple "pasé", sin levantar la vista de sus apuntes.
La puerta se abrió, dejando ver del otro lado a Mansilla. Azul esperaba a Eros. — Disculpa, estás ocupada? – Pregunto, apoyándose en el marco de la puerta.
— No, no, séntate - Indicó Azul, señalando el sillón que había del otro lado del escritorio - ¿Estás bien?
— Si, si, tranqui - Adelantó Matías - Nomás que el otro día después del partido me quedo un poco resentida la pierna. Ayer se me acalambro todo el día.
— Ah si, puede pasar - Tranquilizó - Acostate en la camilla que te voy a masajear la zona así se relaja el músculo.
El mayor obedeció a lo que le pidió la chica mientras ella buscaba una crema en una de las tantas estanterías que había en la habitación. Matías intentaba mirarla, pero terminaba desviando la vista. Algo lo hacía sentir que no debería estar mirándola, un calor inusual se apoderaba de su cara y se ponía muy nervioso.
— ¿Te golpeaste durante el partido? - Él negó con la cabeza, mientras las delicadas manos de la fémina masajeaban la zona de su pantorrilla - Bueno, entonces capaz estuvo flojita la entrada en calor, no pasa nada.
El silencio se hizo presente, no era un ambiente incómodo pero Matías se vio en la obligación de romperlo; quería hablar con ella, quería conocerla.
— ¿Hace mucho laburas en el club? - Preguntó.
— Masomenos - Meneó levemente la cabeza de un lado para otro - Antes era utilera, el primer año de carrera. A partir de segundo empecé a hacer pasantías y quedé acá como ayudante, hago las cosas más básicas igual.
Matías no pensaba que los masajes fueran algo básico, habían hecho desaparecer la molestia en instantes y seguramente, a él no le saldrían.
— ¿Vos? Vi que estuviste en Central Córdoba, ¿Pero antes? - Indagó, sin sacar la mirada de la pierna tatuada del oriundo de Santiago del Estero.
— Pase por Midland, Morón - Enumeró - Después por Patronato y termine en el ferroviario.
— ¿Sos de Merlo?
— No, nací en Santiago. ¿Vos? ¿Sos de acá?
— Nací acá, pero vivimos afuera hasta mis tres años, masomenos. La Plata es mi lugar en el mundo - Sonrió.
Matías simplemente la miraba y observaba a detalle su ceño fruncido, sus ojos entrecerrados y como hacía "trompita" ¿Lo hacía siempre que estaba concentrada?
— Ahí está - Se llevó las manos a la cintura y le sonrió al futbolista - Se supone que no te tendría que joder más, anda a entrenar y fíjate. Igual, si querés te paso mi número y me preguntas cualquier cosa.
Él sonrió, reincorporándose. No estaba seguro de, en caso de conseguir su número, usarlo para preguntarle cosas de kinesiología. — Dale, si podes anotamelo, no traje el celu.
Azul se dirigió hacia el escritorio y arrancó la punta de una de las hojas que había sobre él, escribiendo rápidamente en ella y entregándosela al chico.
54 9 11 5512 1445
azu :)— Joya - Volvió a mirarla - Cualquier cosa te aviso, entonces.
— Sip, tranqui. No esperes hasta el entrenamiento o hasta verme.
— Dale - Asintió con la cabeza y se volvió hacía la puerta - Gracias, Azu.
— Por favor - Bajó la mirada, sonriendo - No es nada.
— Che, esta linda la kinesiologa. - Murmuró Mansilla, una vez que volvió al entrenamiento y se incorporó junto a Iacovich y Zozaya.
— ¿Sos boludo? ¡Es la hija de La Bruja! - El grupo se deshizo en risas por lo mal que había elegido Matías ¿Tantas mujeres en La Plata, y justo te fijas en la hija del vicepresidente del club en el que trabajas desde ayer?
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end game , matias mansilla
Fanfictionen una ciudad donde el fútbol es más que un deporte, donde los colores de un club representan pasiones y lealtades inquebrantables, surge una historia de amor que desafía las convenciones. Matías, el arquero de Estudiantes de La Plata, se encuentra...