end game , matias mansilla

♡ . iii

" LA FIESTA DEL CAMPEÓN "
15.05.2024 , narrator's point of view

Los dirigentes de Estudiantes habían decidido organizar una fiesta para celebrar el campeonato recien obtenido en un reconocido salón de fiestas en el barrio Platense de Gonnet. Era algo tranquilo, ya que los últimos festejos habían tenido algún que otro inconveniente.

Azul debía ir sola, ya que su padre no estaba en el país y su hermano no iría, además de que su madre trabajaba al otro día. Sin embargo, fue a un salón de belleza junto a otras mujeres de los futbolistas del plantel para arreglarse.

Mica, Cami y Maca, las mujeres de Guido, Sosa y Altamirano, eran con quiénes tenía más relación, así que fueron juntas a una peluquería donde iban a maquillarlas y peinarlas. Ella se decidió por un pantalón negro y un chaleco con escote en V, ambas prendas de estilo sastrero; no era ni muy informal ni muy formal y además resaltaba bien su figura. En el pelo, optó por llevar unos bucles suaves.

Una vez que las cuatro chicas estuvieron listas, se dirigieron hacía el salón de fiestas en la camioneta de Camila. Obviamente, cuándo por fin pudieron hablar a solas, todas preguntaron lo mismo que Ivo le había preguntado unos días atrás:

— ¿Que paso con Matías?

Azul se encogió de hombros intentando cambiar de tema, pero sus amigas no iban a parar hasta llegar al fondo del asunto. La verdad, no las juzgaba; de un día para el otro se habían separado y a las únicas personas que Azul les dio explicaciones fue a sus amigas de la infancia, ella también hubiera preguntado.

— Me gorreó — Su respuesta fue contundente, sin dejar lugar a metáforas o vacíos — Al otro día de salir campeones.

— Mentira — Dice Camila mirando por el espejo retrovisor, sin poder creerlo.

— Ja, ojalá — Nota cómo un nudo se le forma en la garganta y evade las preguntas de sus amigas, que rápidamente entendieron su malestar y desistieron de sus ganas de saber.

Llegaron al lugar del evento, diciendo sus nombres a la seguridad que había en la puerta y pasando al patio del salón. Era bastante lindo, Azul tenía algún vago recuerdo de haber ido a un quince allí durante su adolescencia pero el lugar estaba bastante cambiado.

Una vez dentro del lugar, pudieron ver cómo todo estaba decorado de rojo y blanco, con mesas redondas — supuso que una para la familia de cada jugador — y había una gran pantalla. En ese momento se sintió algo incómoda; ¿Dónde se sentaría ella?

Para su suerte, la dirigencia había organizado una mesa grande para los utileros, médicos y otros empleados del club junto a sus acompañantes. Sus amigas se fueron cada una a la mesa que le correspondía y ella se sentó con sus colegas.

Rápidamente entabló una conversación con Nahiara, la novia de Julián — el utilero con el que Azul mejor se llevaba — mientras sus compañeros hablaban de cosas que, sinceramente, no le interesaban.

De pronto, siente unos pasos apurados tras ella y antes de girar, alguien la está abrazando por el cuello.

— ¡Azu! — La voz de Julieta, la sobrina de Matías, hizo que se le cayera el mundo nuevamente. Pensó que podía ignorarlo, pensó que podía hacer cómo que no existía, pero ahora lo tenía ahí, frente a ella y nuevamente se le movía el piso.