end game , matias mansilla

☆ . viii

" DONDE TE CAIGO? "
26.02.2024 , azul's point of view

La cabeza todavía me daba vueltas por todo lo que había pasado ayer; Matías me había besado. El contacto físico entre ambos borro cualquier malhumor que me pudo haber dejado el clásico platense.

Me había levantado temprano y, desde ese momento, no podía dejar de pensar en él; ¿Debería mandarle mensaje? ¿O quizá, esperar a que me mande el? ¿Y si solo fue un beso, pero yo me estoy ilusionando?

— Azu – Mi mamá me sacó de mis pensamientos – El mate, hija.

Me disculpe rápidamente y tomé la infusión, cebandole otro a ella. Hoy habíamos organizado un almuerzo familiar en la casa de City Bell, en la que nos habíamos criado y en la que, tras la separación de mis viejos, vivía mi mamá.

Aunque mi papá ya se hubiera casado nuevamente y tuviera una vida feliz con Valentina, su mujer, seguía manteniendo una muy buena relación con mi mamá. Capaz, no eran de hablar o verse muy seguido, pero ahora que Deian estaba en el país por una lesión que lo marginaba de las canchas al menos por un año, tratábamos de pasar la mayor cantidad de tiempo posible.

Giuli — mi cuñada — , Deian y Papá habían ido a comprar unas facturas para el desayuno y de paso aprovecharían para comprar la carne y lo necesario para el almuerzo.

— Perdón ma, no te estuve viniendo a ver estos días porque estamos a full en el country. Ahora que jugamos cada tres días, casi no tenemos descanso.

— No pasa nada, amor. Yo con que me mandes un mensaje diciéndome que estás bien me basta. — Sonrió agregándole azúcar al mate — ¿Cómo andás? ¿Algo para contar?

Me quedé en silencio un momento, Deian y Papá no estaba, así que capaz era el momento más indicado para hablar con mamá.

— Si, justo tengo algo que contarte — Sonreí con timidez, trazando la línea del mate.

— Para, yo tengo un nombre ahí dando vueltas — Mi mamá cerró los ojos apoyando su frente en la palma de su mano, tratando de pensar más rápido — El chico este, el arquero del club.

— Matías — Sonreí y mamá asintió — Si, él.

— Viste, yo lo escuché a tu padre hablando hoy. ¿Que pasa con Matías?

— No sé, o sea, no somos novios, pero nos venimos tirando onda desde que llegó al club, salimos a comer algunas veces y ayer nos dimos un par de besos después del partido. Me da miedo estar ilusionandome al pedo.

— ¿Y con Ivo? — Pregunto con delicadeza — Ayer vi cuándo te tiro el besito.

— Me sigue likeando las fotos, cada tanto me responde alguna historia pero no le doy bola. Lo de ayer fue una pelotudez, no se cómo se le ocurre hacer eso

— Pero vos con él, ¿Te sigue gustando, o te gusta Matías?

— Me gusta Mati, pero lo veo a Ivo y no sé — Me encogi de hombros — Tengo una sensación rara, no sé si es porque terminamos mal o por qué. Gustarme no me gusta, eso si.

— Matías me parece un buen chico, a papá no le gusta que sea tan grande, pero es el menos indicado para decirte algo — Hizo un ademán con la mano, como restándole importancia — ¿Cuántos años le lleva el a Valentina?