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" SEGUNDAS OPORTUNIDADES "
11.05.2024 , azul's point of view



Pasó casi una semana desde la última vez que hablé con Matías, lo seguía viendo en los entrenamientos y decir que no me dolía era mentira. No podía verlo sin recordar todo lo que habíamos vívido y mi manera de sobrellevarlo era encerrarme en el cuartito de kinesiología, lejos de él.

Todos nuestros compañeros sabían que algo había pasado entre nosotros pero sólo Zaid, Tiago y Eros sabían qué.

Sinceramente, todo estaba bastante tenso en general; los referentes del plantel estaban algo enojados con Tiago por el accidente, e incluso Eros había recibido un "castigo", ya que si bien viajaron a Bolivia con el plantel para el partido contra The Strongest, ni siquiera fueron al banco. Realmente, por más enojados que estuviéramos con ellos, eran dos jugadores claves que no podían salir nunca del banco y la derrota por Libertadores lo demostró.

No me voy a quedar llorando por Matías, no vale la pena. Y el mensaje de Ivo me vino como anillo al dedo para salir un rato y mejorar mi estado de ánimo. No sé que tan bien estaba salir con mi ex cuándo había salido de una "relación" hace cinco días, pero no me importaba, si Matías no había respetado lo nuestro yo tampoco tenía porque hacerlo.

- Que bien el pincha, eh - Dice Ivo mientras maneja - Dos copas en seis meses

- Eso es salir campeón - Chicaneo por sus declaraciones cuándo Gimnasia gano la promoción y el dijo "Esto es cómo salir campeón"

- Sos mala - Él se ríe y recuerdo porque estuve tan enamorada de él. Pero también recuerdo el dolor que me causó enterarme que había estado con otra mujer.

Y pienso que, quizá, lo que me dolió en mi última "relacion" no fue que Matías me haya gorreado, sino volver a sufrir lo mismo, volver a sentir que no soy suficiente para nadie.

- Que lindo estás hoy - Sonrio inconscientemente al mirarlo.

- Y pensar que diste mil vueltas para aceptarme una salidita.

- Y bueno, dicen que lo bueno se hace desear, o no? - Bromeo y el se ríe.

- ¿Te puedo hacer una pregunta?

- Ya son dos.

- ¿Estás sola, no? - Su pregunta me duele un poco; todo lo que tenga que ver con el amor me duele, todo me recuerda a Matías, todo me recuerda que alguna vez, hace muy poco tiempo, todo fue mejor.

- Si - Afirmo, es la verdad, no estoy con nadie.

- Mmm - Murmura ladeando la cabeza - No sé eh.

- Me halaga que pienses que tengo a alguien - Ambos sonreímos - Pero no.

- Dale, boluda - Se muerde su labio inferior - ¿Me vas a decir que no hay ninguno revoloteando? Seguro un par de pibes del club ya estuvieron ahí, queriendo arrimar el bochin.

Sus expresiones de viejo siempre me hacen reír, por más que no sean graciosas. En mi vida había escuchado la frase "arrimar el bochin" pero Ivo juraba y perjuraba que significa seducir a una persona.

- ¡Sabes quién me estuvo tirando onda! - Exclamo cómo si estuviera hablando con mi mejor amigo, por momentos olvido que es mi ex. Él eleva una ceja preguntando quién - Nico Fernández.

- Ese buitre asqueroso - Suelta con desprecio provocando mi carcajada - Te tira onda desde que estabas conmigo, pero la señorita "Ay no, es mi amigo" - Dice en un tono burlón, imitando mi voz. Yo no hablo así.

- Bueno, igualmente nunca le di bola ni lo voy a hacer tampoco.

- ¿Que paso con el arquero? - Obviamente que esa pregunta llegaría en algún momento, Ivo no es boludo. - Me cae mal ese

Muerdo mi labio inferior - Y que va a pasar, me gorreo.

- Es un tarado.

- Vos hiciste lo mismo.

El silencio incomodo se hace entre ambos y el me mira a los ojos, aprovechando el semáforo en rojo.

- Pero yo me arrepiento - Jura y la sinceridad en sus ojos casi que me hace sucumbir a sus encantos. - No hay día desde que nos separamos que no haya pensado en vos, Azul. No hay día en el que no haya caminado por City Bell rezando cruzarte, no hay día que no haya soñado con vos, no hay día que no haya pensado que soy un pelotudo por lo que te hice.


No respondo y el vuelve a avanzar en cuanto el semáforo se torna verde nuevamente, no sabía que decir.

- ¿Te parece si vamos a nuestro barsito? - Cambia de tema.

- ¿Dónde me pediste que sea tu novia? - Pregunto con una sonrisa ante el recuerdo y el asiente, sonriendo - Dale, no voy hace un montón.

Entramos al lugar y su luz tenue rápidamente nos transmite calidez. Nos sentamos el uno al lado del otro y al instante, un hombre aparece para ofrecernos la carta. Ojeamos un poco y terminamos decidiendonos por unas papas con cheddar, verdeo y panceta.

- Yo voy a tomar un daiquiri de sandía - Pido con una sonrisa cuándo el mozo pregunto por nuestras bebidas, anotando en su pequeña agenda.

Comimos y bebimos mientras charlamos de lo que habían sido nuestras vidas desde que nos separamos, Ivo había sufrido una ruptura del ligamento cruzado que lo dejaba fuera de las canchas

- Asi que por unos seis o siete meses me tenés solo para vos, nada de concentrar con el club - Bromeó sobre su lesión.

- Me da culpa ponerme feliz - Digo mirando sus labios, con una mano en su pecho y provocando su risa.

Él pone su mano en mi pierna y acerca su rostro al mío, empezando a besarme con suavidad. Agarre sus mejillas con mis manos, acercándonos aún más.

- En estos momentos es una lástima no estar a solas.. - Su tono sugerente me hace comprender de inmediato lo que quiere así que me levanto, agarro mi cartera y él me sigue, soltando un chiflido en voz baja para que solo yo pudiera escucharlo y que provoco mi risa.

Al fin y al cabo, todos merecemos una segunda oportunidad.

end game , matias mansillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora