" ¿LO MEREZCO? "
28.07.24 , azul's point of viewIgnore a Matías el día que Ivo volvió a Argentina.
Y el siguiente, y el otro, y el otro, y el otro.
Así, pasaron casi dos semanas ignorando completamente su existencia, ¿Con qué cara iba a decirle "No, sigo de novia y no lo puedo cagar una vez más."? No podía hacerlo, no después de prometerle que lo iba a dejar.
Él tampoco insistió en hablar conmigo, supongo que mi lejanía en el entrenamiento de esa tarde luego de todo lo que había pasado a la mañana fue suficiente explicación.
Él que si insistió fue Eros.
— ¿Que paso con Mati? – Preguntó aprovechando que nos habíamos quedado solos en el comedor durante la concentración.
Me tomé unos segundos para responder y con mi mejor cara de culo, respondi; — Que te importa. – Agarre mi taza, mi plato y me dirigí a la cocina. Pero mi mejor amigo me siguió.
— Mucho me importa porque son mis mejores amigos.
— Bueno, a mí no me importa que te importe.
— ¿Por qué lo empezaste a ignorar de la nada? ¿Que hizo?
Me di la vuelta ya impaciente — No hizo nada, Eros. Pero yo no lo puedo seguir ilusionando después de decirle "Si, voy a separarme por vos" Si sigo de novia, ¿Entendés?
— ¿Y para que seguis con Ivo? Sos más tarada vos también, se te dió la oportunidad perfecta para dejarlo y la pelotuda le dijo "Ay, si, dame otra oportunidad"
— Ya te dije que no le dije así. Fue él el que quiso seguir, bueno, cuestión. Después voy a hablar con Matías, vos deja de meterte.
— Y si, habla con él, lo va a entender.
— Ya sé que lo va a entender, amiguito. ¿Pensas que lo conoces mejor que yo? – Elevé una ceja y Eros se rió.
— Bueno, desnudo puede ser. – Él soltó una carcajada y yo no pude evitar sonrojarme.
Debo admitir que debido a la mala racha que venían teniendo Estudiantes y Gimnasia, el clásico platense pintaba para el 0-0 más aburrido de la historia. Ya eliminados de la libertadores y copa argentina, el regional era el único partido realmente "importante" que le quedaba a Estudiantes hasta diciembre, hubiera sido una pena no ganarlo. Ivo estaba en casa de sus papás, mirándolo con su familia.
En el momento en el que salimos al campo de juego, listos para sortear los arcos, la piel se me erizó cuándo vi los 13 telones que habían colgado sobre los palcos; cada uno con un dibujo de cada copa ganada por Estudiantes.
El estadio era una caldera y no desearía ser un jugador de Gimnasia en ese momento; cuándo salis a la cancha, te encontras 13 banderas representando todos los titulos de tu clásico rival y al darte vuelta, encontras un telón con el "7-0", la mayor humillación de tu historia.
Sin contar los 7 minutos de pirotecnia de La Popu Unida en las afueras del estadio, el humo y el aliento infaltable de nuestra gente. Hoy había que ganar si o sí.
No estábamos jugando bien, esa era la verdad, pero el rusito Ascacibar puso la ventaja al final del primer tiempo; hay que aguantar el resultado 45' más.
Con un 1 a 0 me conformaba, pero Guido nos dió otro grito de gol tan solo 6 minutos después del comienzo del complemento y ahi empezamos a soñar con la goleada que se concreto diez minutos más tarde, nuevamente de la mano de Guido.
Matías tuvo una actuación impecable durante el partido, salvando a Estudiantes de claras ocasiones de gol y una vez más se confirmaba; nuestro arquero se agranda en las importantes. Pese a la impecable actitud del guardameta, Salazar hizo el primer y único gol para Gimnasia al final del partido. Cuándo parecía que la historia terminaba ahí, con un sabor amargo para todos los Pinchas, Insfran cometió una roja estúpida – de calentón – pisando a Piatti y ganándose la roja en el tiempo adicionado, dejando al lobo sin arquero y a Estudiantes con un penal a favor.
Morales agarro los guantes y se hizo cargo del arco, debo admitir que me hubiera encantado que fuera el Ruso Ascacibar quién pateara el penal – debido a la pica que hubo entre él y Morales durante la semana – pero no tenía un gran historial en los penales, asi que fue Sosa quien se encargo de hacer el cuarto gol y ahora si, decretar la goleada.
La felicidad no me cabía en el cuerpo; 4 a 1 era un resultado espléndido para un clásico. No había nada que me gustara más que ganarle a Gimnasia – sólo Matías, capaz –.
Mientras nuestros compañeros festejaban con nuestra gente y algunos hablaban con los periodistas que había en el campo de juego, me encontré al lado de Matías y aproveché la situación.
— Felicitaciones – Sonreí, mirándolo – La rompiste eh, estás cada día mejor. – Ahora él me iba a responder y yo iba a aprovechar para darle una explicación, íbamos a reconciliarnos y..
— Gracias. – Frunció el ceño mientras hablaba y ni siquiera me miró antes de irse.
Está enojado y no quiere hablarme, lo merezco totalmente.
Esta vez si la cagué en serio.
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end game , matias mansilla
Fanfictionen una ciudad donde el fútbol es más que un deporte, donde los colores de un club representan pasiones y lealtades inquebrantables, surge una historia de amor que desafía las convenciones. Matías, el arquero de Estudiantes de La Plata, se encuentra...