† Nunca viví, nunca morí. Solo estaba en un intermedio.
- Perdida; edad equis.
A la edad de catorce años comprendí que, a veces la vida resulta ser una mierda.
En la primaria los niños me hacian bullying, era horrible, recuerdo sus rostros con risas desagradables, burlándose de mí. Dos años antes de entrar a la secundaria, de un de repente mi vida se volvió elogios y popularidad.¡Se sentía tan bien que las personas alrededor te amarán!
¡Se sentía bien que fueras parte del centro de atención!
Sin embargo, ni la popularidad, ni ser una de las más bonitas de la escuela, ni tener a tantos chicos mandándome cartas o, llevándome chocolates podía quitar el vacío que sentía en todo mi ser, ni lo sola que me sentía al llegar a casa y ser solo Kelly.
La popularidad me hizo una chica arrogante.
Bonita pero tonta.
Hermosa pero no inteligente.La realidad era distinta. Yo estaba más sola que una ciudad entera luego de un altercado por zombies y vacía como un jarrón sin vino.
Tenía la atención que siempre me faltó en la escuela de niña, tenía los “amigos” que nunca tuve, ya no me sentaba sola porque ahora habían muchos a mi alrededor, pero aún así, no estaba completa.
Ni siquiera era yo misma. Aún me hacia daño, aún me odiaba, aún era muy estricta conmigo misma y mi cuerpo.
Luego surgieron muchas cosas que me orillaron a cambiar y someter o castigar a mi cuerpo ha algo que no merecía. Empezaron los típicos comentarios de;—¡Cómo has cambiado! ¡Ya no tienes el cuerpo de modelo! ¡Has aumentado de peso! ¡Estás más gordita!
¡Dios, era horrible! Este tipo de comentarios me hacían sentir fastidiada e imponente y, era terrible porque en su mayoría proveían de mi familia, como tías y abuela.
Yo no tenía la culpa que mi cuerpo hubiera cambiado, ya no tenía diez o nueve, ya tenía catorce años, y era una preadolescente, por lógica mi cuerpo debía cambiar. La sociedad me enseñó cruelmente que no importa si te sientes bien o no, ellos te juzgan sin piedad en sus ojos, solo lo hacen.
Que es más importante los estúpidos prejuicios antes que la salud mental de una preadolescente.
Entonces comenzaron mis dietas estrictas, lo que me llevó a tener problemas alimenticios y, a empezar a fumar nicotina.***
—¿Ya has cenado, Kelly?– preguntó mamá.
Negué con la cabeza para luego responder.
—No tengo hambre.
Mentí. Me moría del hambre, pero no podía comer, lo sabía.
Ella asintió y se fue para la mini sala de la casa.—¡Ya serví la comida!– me informó mi hermana.
—Pero no tengo hambre.
—Ya sé que estás con esa tu dieta, pero te puede hacer daño no comer, Kelly. Debes alimentarte bien.
—Comí mucho en la tarde.
«¡Mentirosa, mentirosa, mentirosa!»
—Ya serví, y no me vas a despreciar la comida.
Quisiera decir que me seguí negando pero la verdad si tenía hambre. Comí poco para no destruir del todo mi esfuerzo por no comer. La verdad solo ella podía hacerme comer cuando evitaba hacerlo, no me gustaba hacerla sentir mal con despreciar su gesto de servir mi comida.
Los catorce, quince, dieciséis, y los diecisiete los pasé así, con dietas que al final solo me hicieron más mal que bien. Al final yo misma fui la causante de arruinar mi salud, quise solo sentirme bien para encajar en la sociedad y sus prejuicios, ¿lo qué obtuve?
Todo un caos.
***“¿Ya has comido algo?”
Preguntó por mensaje el chico a la otra línea.
“¡No tengo hambre, Alex!”
Le respondí inmediato.
“¿Otra vez la misma excusa, Kelly?”
“¿Tienes problemas para comer?”
Volvió a interrogarme. Unas lágrimas descendieron de mis ojos, nunca lo habia admitido. Nunca habia admitido que tenía problemas alimenticios.
“Siempre me respondes lo mismo cuando te pregunto si ya has comido.”
Volvió a enviar otro mensaje.“¡Sí, Alex, tengo problemas alimenticios!”
“¿Felíz?”Le pregunté.
“Sabes que te quiero, mi amor. Quiero que confíes en mí, cuéntame porqué lo haces.”
Alex y yo no es que fuéramos pareja, de hecho no tenía mucho que yo había terminado con mi ex novio, Mattias. Pero él fue el único que me apoyo, claro, aparte de mi mejor amiga. Alex siempre estuvo ahí cada vez que yo extrañaba a Mattias o cuando me sentía mal, y también cuando le decía que ya no soportaba mí vida.
A los dieciséis era ingenua, me dejé envolver por su buena manera de ayudarme y terminé creyendo que me habia enamorado de él.Si algo podía definir a Alex, eso era; perversión y lujuria.
Deje que me llevará por un sendero que no conocía, que me manipulara como a una marioneta, todo con tal de no estar sola, de no sentirme sola. Esa fue la primera vez que le rogué ha alguien para que se quedará, para que no me dejara rota.
Creí amarlo pero solo me habia anclado.
Al final , él terminó jugando sus cartas y yo aprendí a manejarlas también, lo aprendí de él.
Alex me indujo en el mundo de la lujuria, me hizo querer hacer cosas que no iban con mi ética. Pero también me hizo darme cuenta de muchas cosas que las ignoraba porque mamá no me lo habia enseñado o hablado.A Alex fue al primero y último chico que le rogué, que le suplique muchas veces que no se fuera. Pero también que mandaba a la mierda yo misma para luego ir corriendo a sus brazos de Morfeo y decirle que me perdonará, que solo habia tenido un momento de colapso más.
Él volvía con la misma condición de siempre y yo accedía.
No fue así hasta que comprendí que no podía seguir con ese tipo de relación, que no era sano, que no éramos nada pero que la relación que teníamos no me hacia nada bien, y que al final el único satisfecho pero sediento de más era él.
Un día eliminé toda comunicación con él, lo bloqueé y corté todo. Muchas veces quise volver a correr a él y decirle que me perdonará otra vez, que volviera. Pero mi propio orgullo era más grande, que no lo hice, lloré en ocasiones, le decía a Danielle que lo extrañaba, que lo amaba. Estaba en total equivocación.Nunca lo amé, no lo extrañaba en verdad. Yo solo extrañaba la atención y cuidado que él me daba.
Esto lo entendí a mis ahora diecisiete años.
Aún así, Alex solo me mostró ese lado oscuro y perverso que habitaba en mí, el resto lo descubrí por mi misma.N/A; Hola, aquí Nick.
Sólo para aclarar algo:
Si pongo edad equis, es porque no diré la edad exacta de el personaje por A o B motivo. En este caso; porque durante este capítulo la vida de la protagonista se presenta durante diferentes etapas de su vida en el pasado, por lo tanto, no podía poner una edad en específico.Byeees<3
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El chico del autobús
Short Story¡Bienvenido aventurero, a un mundo de depresión y caos! ••• ¿Qué dónde lo conocí? Pues, en un autobús. ¿Qué si fue coincidencia, causalidad o destino? No lo sé. ¿Qué quién es él? Ojalá lo supiera, pero sé qu...