Nota Final

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¡Querido lector!

A ti querido viajero que un día subiste a bordo de mi navío desgastado por las tormentas crueles del norte a las estrellas, a ti querido viajero que has permanecido conmigo durante esta aventura, a ti que tomaste una decisión a la hora de aventurarte en las olas del profundo mar desquiciado que habita en mi cabeza, a ti, ¡Gracias querido viajero!

Desde ahora ya perteneces a mi mundo lleno de caos y mucha crueldad, a mi mundo con jardines de gipsófilas, a mi mundo con estrellas celestes, a mi mundo azul y a veces gris, a mi mundo donde el aire no es vital, sino el vino tinto para tus venas muertas y oxidadas…

Si me has encontrado, ya sabes lo que has hallado, pequeña gipsófilita.

Fue una aventura grandiosa escribir ECDA, cada capítulo, cada letra, todo en si; fue asombroso. Reconozco que los temas tocados durante el trayecto de la historia fueron difíciles, no sólo de escribir, sino también para quien lo leyó y, pasó o está pasando por este tipo de situaciones.

Quiero decirte que no estás solo, hay personas grandiosas en este mundo cruel, hay personas mágicas, con ese toqué especial, a veces sólo es cuestión de sumergirnos más en nuestro propio mar y encontrarlas. Busca ayuda, que no te dé miedo expresar tus sentimientos y emociones, exprésate, habla por ti. El proceso no será fácil, pero los resultados pueden ser satisfactorios y de sabor agradable.

Házlo por ti y por todas esas Kellys allá afuera que aun no han sido salvadas o que simplemente están aterradas del qué pasará luego.

Busca tu propio mundo, busca tu propia felicidad, busca tu propia escapatoria, como lo es escribir para mí.

Confieso que cuando empecé a escribir El Chico Del Autobús, mi vida iba de bajada, por momentos ya no podía siquiera seguir o considerarlo. Y cuando pasaron acontecimientos en mi vida, sólo me dieron esperanzas y aliento de continuar con algo que ya daba perdido.

Dejé muchas cosas atrás, mi yo de antes, mi yo que sentía que si no se fumaba un cigarrillo no podía respirar o calmarse luego de un ataque de pánico, sin embargo, aunque eso a quedado atrás o, aun estoy luchando por dejarlo y continuar, siguen siendo parte de mí, una parte de mí muy dolorosa. Pero lo importante no es por lo qué pasaste o estés pasando, lo importante es cómo lo vas a sobrellevar y combatir incluso con tu mismo dolor en busca de tu propia paz y felicidad.

Yo soy Nick, y este es mi mundo donde puedo ser yo realmente. Mi pequeño espacio para expresar mis emociones que el mundo y la sociedad me limita pero que aquí son ilimitadas.

Se despide de ti, este mundo de depresión y caos, y su guapa escritora.

                                                             Nick. K, Martínez.

El chico del autobúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora