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—¿Que día se tiene que ir?

—Si hoy mismo sería perfecto.

—¿Hoy?

—Si como le comenté, las vacantes se agotan rápido y de nuestro lado quedan muy pocas y si no va ahora podria perderla.

—Haimi ve alistar tus cosas.

—Abuelo...

—Ve.

La relación con su abuelo era buena pero está tan obsesionado con la vida militar que en ese momento no le importaba nada, esa historia era bastante larga, él sirvió en la milicia durante toda su vida vivió por y para el pais, hasta que tuvo un accidente que ocasionó su baja inmediata, nunca supo que fue lo que sucedió pues nunca se lo contó solo supo que dió el mismo ejemplo a su padre.

Y ahora le tocaba a ella.

Subió a y tomo las pocas cosas que tenía, se cambió la ropa por un conjunto deportivo y encima se coloco un suéter más grande pues aún hacia frío afuera, se puso sus tenis y se alto el cabello en un chongo alto.

Ya con su mochila llena y con la foto guardada en su suéter bajo, se fue despidiendo de sus tíos hasta llegar a su abuelos.

—Pon en alto nuestro apellido Haimi.

—Si abuelo.

—Cuidate mucho mi niña.

—Lo haré mamá... ustedes también cuidense mucho.

Un beso le fue otorgado, su abuela acaricio su rostro viendo por última vez la viva imagen de su hijo y nuera .

Haimi salió de casa siendo acompañada de todos hasta acercarse al auto donde uno de los hombres de abrió la puerta.

—Uno de ustedes puede venir con nosotros pero solo hasta la entrada de la base, después tendrá que volver.

—Yo voy.

Su abuelo se acercó subiendo el primero y después Haimi entró.

Él camino fue largo tanto que el amanecer se dió, cuando llegaron una reja los hizo frenar.

—Este lugar es nuevo...¿Por qué estamos aquí y no en la base principal?

Su abuelo pregunto mientras bajaban.

—Por que la base principal es para militares y está es para estudiantes.

—No lo entiendo.

—No se preocupe señor, es normal, solo debe entender que el rango es diferente, su hija no sabe nada de esto y debe aprender mucho de ahora en adelante y cuando eso suceda podrá verla entrar a la base principal.

—Tienen razón.

—Ahora...es tiempo de que se despidan.

Su abuelo se acercó a ella abrazando la y dejando un beso en su frente —Se que estás asustada pero es por tu bien, todo esto te beneficiará y cuando vuelvas podrás estudiar lo que quieras...solo dame este gusto.

Crio a su hijo a su semejanza ,quiso verlo crecer en rangos hasta que se volviera un hombre importante pero la vida se lo impidió, ahora tenía otra oportunidad y con su nieta no se rendiría tan fácilmente.

—Esta bien ...haré lo mejor que pueda.

—Ve ahora, ve y se la mejor militar de tu clase.

Ella se alejó entrando al lugar después de que abrieran las rejas, fue acompañada de uno de los hombres hasta un edificio alto, por una última vez vio a su abuelo, este entraba al auto para después irse por el mismo camino que llegó.

Las puertas del lugar fueron abiertas y su peor sueño fue revelando.

Sus amigos y conocidos estaban ahí encerrados en jaulas ,todos estaban dormidos y con ropa escasa.

Haimi se dió la vuelta tratando de huir pero su cuerpo fue apresado y su boca y nariz fueron cubiertos por un trapo ,poco a poco ella perdió el conocimiento.

(...)

Lentamente iba despertando sintiendo su cuerpo extraño y unas náuseas enormes.

—Haimi...Haimi.

Escuchaba su nombre en susurros, miró a sus alrededores tratando de identificar donde se encontraba.

—Haimi despierta.

Busco entre la oscuridad hasta encontrarse a Lina, ella estaba a unas tres celdas de la suya, su cuerpo solo estaba cubierto por su sostén y un shorts cortó.

—¿Lina?

—Gracias al cielo estás bien...

—Lina...¿Dónde estamos?

—En el mismo lugar pero hoy nos transladan.

—¿Que?

Se levantó de manera rápida logrando que su cuerpo perdiera las fuerzas rápidamente hasta caer al suelo logrando hacer bastante ruido.

Lina se escondió alejando se de las rejas.

—Hazte la dormida...

Dijo en un susurró para después permanecer en silencio. Haimi hizo caso a su pedido y cerró los ojos aún permaneciendo en el suelo.

Solo segundos después unos pasos se escucharon y momentos después su reja fue abierta.

—Es la nueva.

Estaba hablando por la radio con otra persona.

—Ya la cambió.

No sabía lo que decía la otra persona pues él tenía conectados unos audífonos al aparato.

Se acercó a ella solo para quitarle la sudadera y su blusa y dejarla solo con su sostén, en la parte baja quitó sus pantalones y coloco una prenda pequeña.

Se alejó de ella y solo segundos después se escuchó el detonador de la cámara.

—Ya la mandé, pon sus especificaciones y dala a un buen precio, es especial.

Sold Donde viven las historias. Descúbrelo ahora