Las celdas fueron abiertas una vez que todas fueron esposadas a la pared.
Haimi solo observaba como los hombres pasaban por enfrente pero se iban al saber el precio por el cual debían pagar para llevarse la.
Escuchaba los gritos de desesperación, los ruegos y desgarradoras voces siendo llevadas ha aquel lugar que era desconocido para todos.
Pedía al cielo que Lina no fuera llevaba esa noche pero era claro que sus ruegos no serían escuchados.
—¡Haimi!
Escuchó su voz, escuchó como con un nudo en su garganta se despedía de ella, Haimi solo podía llorar sintiendo que su vida se acababa.
—Bien...ahora por favor pasen a la celda, hemos elegido una carga bastante especial para ustedes caballeros.
—Si es especial...¿Por qué permitió que pasaran a verlas antes que nosotros?
—Eso mi estimado caballero...tiene una explicación sencilla, los hombres comunes nunca se podría permitir un lujo como lo son estás chicas y solo para dejarles en claro su posición en este lugar permitimos que codicien lo que nunca obtendrán... ustedes se volverán los hombres más envidiados por tan bellos ejemplares.
Uno a uno fue entrando, aquel hombre que era el encargado de venderlas saco de su pantalón una pequeña linterna y apunto hacia ellas pasando una a la vez diciendo que virtudes y especificando que rasgos exóticos tenían.
—Ahora si me permiten... empezaremos con la más joven, ¿quien inicia?
Una joven chica de piel aperlada, cabello blanco y ojos morados fue puesta al frente después de liberar su cuerpo de las esposas.
Los números subían cada vez hasta que un número cerrado fue el ganador "15 millones".
De las ocho chicas fueron quedando solo tres, siendo ella la siguiente.
—Un ejemplar muy especial. Sus ojos son encantadores dejando los con un gusto por ellos—.Tomo su rostro entre sus manos obligando la mientras la amenazaba a qué abriera sus ojos.
De cerca pudo ver sus rostros, todos eran hombres adultos, viejos, la miraban con deseo y ese destello de sangre.
—¿Iniciamos con 100 mil?
—¡10 millones!
Él hombre que la ofrecía reía ante la sorpresa del inicio de la subasta.
—¿Quien da más?
—¡15 millones!
—¿Quien da...
—¡50 millones!
La voz desconocida inundó el lugar, Haimi lo buscaba pero simplemente no aparecía en su campo de visión.
—¡50 millones!....50 millones a la una...50 millones a las dos...50 millones a las tres...¡Excelente! Pase buen hombre, llévese lo que ahora le pertenece.
Los pasos se escucharon en eco, un sudor frío la recorrió hasta que la escasa luz le mostró al hombre que la había comprado.
Alto, de cabello oscuro como la noche misma, ojos rasgados con una naríz ancha pero alta y un labios delgados aunque el inferior era más ancho que el superior.
—Señor Min...es un placer tenerlo aquí.
Si rostro no mostraba felicidad ante sus palabras, se mantenía apático ante su presencia, él simplemente entrego el cheque y se retiró sin llevarla consigo.
Haimi no entendía que era lo que sucedía solo esperó. Minutos después apareció un hombre alto y con una sonrisa, era muy diferente al primero.
—Hola Dam vengo por la compra del señor Min.
—Señor Kim ,es ella.
Aquel hombre la miró sorprendiendo se al escanear la bien, se acercó tomando la cadena que tenía y obligando la a salir.
No dijo absolutamente nada en todo el camino hasta salir.
Un auto enorme se encontraba ahí, aquel hombre la hizo subir quitando le las cadenas y dejando las afuera.
Se encontraba sola y eso la hizo sentirse más confundida.
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Sold
FanfictionHistoria +21 Tendrá contenido explícito,si no te gusta por favor no la leas, evita los comentarios agresivos. Hundida en una oscuridad inmensa, en lágrimas y gritos de desesperación. Solo quería volver a lo que era antes, a su tranquilidad, a dónde...