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—No quiero lastimarte...

Hablo a la nada misma, habían pasado horas desde que Haimi había salido pero, él permanecía ahí parado sin saber que hacer. Era difícil mantener se alejado, verla con sus pijamas delgadas y que ajustaban en su cuerpo lo indicado para dejar ver sus curvas, verla con su cabello largo caer a cada lado de su rostro y como ella misma lo ataba para que dejara de molestar le.

Su sonrisa tímida al bajar y ver a los empleados, y sus ojos, esos mismo que lo miraban con deseó.

Estaba teniendo una batalla consigo mismo por mantener se a su plan de no tenerla entre sus manos.

—No lo harás hermano. Deja de temer por algo que no sucederá.

—Se que pasará...yo...

—No hiciste todo eso por qué quisieras, con ella es diferente, a ella la amas. Y creeme me cuesta entender como pero lo importante es que lo haces, deja que lo intente, deja que ella te enseñe.

—Pero y si...

—Nada de eso, es momento de avanzar, así como transformas te tu odio en venganza, deja que tú miedo se transforme en amor. Dale la oportunidad de que lo intente, al final solo tendrás está experiencia.

—Y después se irá...

—Solo si ella quiere.

—Lo hará, extraña a su familia.

—Entonces...toma está última oportunidad para sentir algo más que no sea negativo.

—Tengo miedo.

—Siempre haz tenido miedo y nunca te impidió seguir adelante, vamos YoonGi, no es la primera vez que te enfrentas a lo desconocido, solo que está vez será con una bonita compañía a tu lado...ve con ella, yo volveré a la oficina, hay mucho por hacer.

—¿Será lo correcto?

—Mientras seas tu...para ella estara siempre bien,corre...la noche es corta.

Salió de su oficina caminando por el pasillo hasta llegar a su habitación, dio dos toques escuchando seguidamente su voz permitiendo le entrar.

Lo primero que vio fue a Haimi trenzando se él cabello a punto de acostarse para dormir.

—¿Sucede algo?

YoonGi suspiro viendola a los ojos.

—Y-yo...

—¿Que pasa?

Dejo de lado su cabello para acercarse a él causando que instintivamente retrocediera.

—Haimi...y-yo.

—Tu...

—Y-yo...

No podía hablar, no salían las palabras y temía cometer un error si dejaba salir esas que siempre estaban ahí, esas que eran crueles para los demás, así que avanzó acortando la distancia entre ambos, tomo su rostro entre sus manos mirando su rostro lleno de sorpresa y con extrema lentitud depósito un tierno beso en sus labios.

—Deja que me quedé está noche...

Dijo en un susurró solo para que solo ellos lo escucharán, Haimi aún en su hipnosis asintió dejando se llevar por él. La metió a la cama y después él entro aún con su ropa puesta.

La atrajo a su cuerpo dejando su cabeza en su pecho.

—Duerme...yo cuidare de tí.

Soltó mientras acariciaba su cabello logrando que a los minutos el sueño empezará a llegar. No entendía su cambió pero no se quejaba en absoluto,debía aceptar y agradecer que por fin podría acercarse más a él.

Sold Donde viven las historias. Descúbrelo ahora