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Sentía asco y miedo pero debía ganarse su confianza. Con miedo alzo su mano mostrando su anillo, él sin mucho ánimo solo la miró.

—Tu y yo sabemos que él no te ama, fuiste un capricho...puedo asegurarlo pero yo...vamos que puedo darte el mundo entero si me lo pides solo...déjame tenerte.

Aquel hombre no solo la estaba obligando a permanecer ahí si no también empezó a tocarla más íntimamente logrando que ella empezará a llorar. Eso no era lo que quería, no podía ayudar a YoonGi si ese hombre era tan asqueroso.

Cómo podía quitaba sus manos de su cuerpo pero él seguía buscando tocarla.

De pronto la puerta fue abierta dejando ver a YoonGi, sus ojos inyectados de sangré se mostraba sin un apice de agrado.

—¡Que demonios estás haciendo!

Con dureza se acercó quitando al hombre de ella y en cuestión de segundos YoonGi estaba encima de él golpeando lo mientras le gritaba sobre sus acciones y lo repugnante que era.

Haimi se acercó a él aún con sus lágrimas cayendo, tomo una de sus manos evitando impactará en el rostro del hombre, ella solo quería salir de ahí y por suerte YoonGi la entendió.

—Vas a pagar muy caro esto me oyes...haré que te arrepientas.

Se levantó escuchando la sarta de groserías que le eran dichas y tomo a Haimi entre sus brazos.

—Lo siento mucho... realmente lo siento.

En sus ojos se encontraba una gran nube de arrepentimiento, todo lo que ella vivió en esos minutos le recordaron toda su vida cuando su padre estaba con vida.

Salieron del lugar y fueron a casa en silencio.




Haimi se había dado un baño largo donde sus lágrimas se mezclaban con el agua cayendo.

En su mente estaba ese momento, no podía parar de verse a si misma luchando por ser liberada.

Al salir del baño, se colocó una de sus pijamas más abrigadoras que tenía, lo último que quería era sentirse expuesta esa noche. Caminó hasta su cama después de secarse el cabello y se metió debajo de su sábana para quedarse en silencio mientras miraba el techo.

Después de llegar, YoonGi la dejo solo en su habitación, horas después apareció con algo de comida y nuevamente desapareció, hasta ese momento no sabía dónde estaba aún que podía escuchar lo,no lo iba a buscar.

Justo cuando se estaba quedando dormida la puerta fue tocada.

—Pasa...

En segundos la puerta se abrió, YoonGi estaba ahí con su pijama puesta, su cabello desordenado y un semblante deprimente.

—¿Puedo dormir contigo?

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