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Maratón (1/?)

Un enorme complejo fue visto por sus ojos, ese hogar parecía más una guarida de alta protección por los barrotes y puertas metálicas pesadas.

Haimi fue guiada hasta llegar a una sala de techo alto y oscura, todos los muebles eran oscuros y los colores en ella no eran vistos ni siquiera a través de la ventana .

—Quedate aquí, toma asiento ya vendrá alguien a llevarte a tu habitación.

Aquel hombre se fue alejando hasta las escaleras pero ella lo detuvo —¿Que hago aquí?

Él volteo a mirarla pero enseguida miro hacia otro lado—Eso...no lo se, pero no debes temer...estoy seguro de que tu destino no es malo.

—¿Debo confiar en tí?

—No...debes confiar en Min.

Y con eso él se dió la vuelta subiendo las escaleras de dos en dos hasta desaparecer. Haimi no se sentía segura ahí, pero tampoco estaba ese instinto de supervivencia alerta. Ella solo camino hasta el ventanal, se acercó abriendo este para darse cuenta que ese jardín que se mostraba a través de él no era más que un cuarto más con las luces artificiales simulando el exterior.

Rosas manchitas, flores de distintas especies se encontraban ahí pero ninguna parecía viva. Con cuidado abrió el ventanal y se adentro a la habitación.

Sus pies descalzos sintieron el rasposo tacto del pasto secó, miro a los alrededores dando vueltas sobre su eje sin poder creer que algo así pudiera verse bien, era la demostración de lo débil y fuerte que puede ser la naturaleza pues a pesar de estar muriendo, sus hojas aún luchaban por permanecer en su rama.

Haimi habia olvidado donde es encontraba solo por aquellas flores que no volverían a florecer si su muerte llegaba por completo.

—Es...

—Encantador.

Haimi se puso alerta viendo al hombre desde el umbral, este vestía un traje negro pero a diferencia de hace unas horas ,su cabello se encontraba desordenado.

Ella bajo la mira sin poder mantenerla—L-lo siento...no era mi intención ser entrometida.

—Puedes ir a dónde quieras...estás aquí por una razón y es simple, tu libertad al menos...un poco de ella.

—¿Puedo volver con mi familia?

Él negó acercando se lentamente —El precio que pague por tí...debes pagarlo para poder salir de este lugar.

—¿Q-que?

—No te asustes...no es nada de lo que imaginas...solo actuaras para mí beneficio, aún no lo sabes pero mi presencia trae consigo mucha atención y tenerte a mi lado...me hará conseguir lo que quiero.

—¿Y con eso pagaré mi deuda?¿Cómo?

—Un año...un año conmigo y después...podrás irte.

No quería confiar en él, no podía pero no tenía otra opción, por mucho que lo intentará ese lugar no le daría opciones para irse sin ser notada.

—¿Aceptarás?

—¿Y si no lo hago?

—Permaneceras aquí...sin oportunidades de nada, no crecerás, no veras la luz y solo seras la parte marchita de este lugar.

—Acepto...

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