En un mundo donde los reinos del fuego y el aire se han fortalecidos con el amor, y los reinos del agua y el fuego se enfrentan en una danza eterna de rivalidades, Nymeria, una intrépida princesa del Reino del mar, y Damon, el valiente príncipe here...
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Nymeria
En general me gustan los bailes, y sobre todo si es en un reino como Althea, pero este es la excepción, con lo de mi amiga, mi cabeza está a punto de explotar, tengo que observarlos desde lejos y lucen tan...normal, como si la endogamia sea lo más común, mi ira se hace presente cuando veo que Azriel quien no para de acariciar su rostro, no quiero una disputa ahora, pero es tanto mi odio hacia él, como es posible que permitan todo eso, me duele no haberme dado cuenta antes, como también me duele no saber cómo reaccionar, quiero ayudarla, pero no sé cómo hacerlo, soy yo contra toda su familia.
Veo a lo lejos que mi amiga se levanta para caminar hacia mí, luce cansada, la felicidad que intenta aparentar no llegas a sus ojos y parece que solo yo lo noto, no se le nota el embarazo aún, empero cuando se le empiece a notar habrá problemas, ella no está casada, ni comprometida, y sin lugar a duda su nombre quedaría por el suelo, no sé cómo piensan manejar tal situación, pero tendrán que casarla con unos de sus hermanos, o su hijo será un bastardo.
- Vamos con las princesas, este no es lugar para nosotras. – dice Val tomándome la mano, yo me levanto no sin antes decirle a mi padre, desde que volví él y yo no hemos dejado de hablar, me alegra que recuperemos la relación de padre e hija que siempre hemos tenido.
Nos vamos al espacio donde se encuentran todas las princesas reunidas, incluso la princesa Izevel que casi no comparte con ninguna de nosotras, supongo que el supuesto baile ha de estar tan aburrido como para que quiera estar acá.
Nyssa me repasa de pies a cabeza al llegar <<estúpida>> es obvio que no me quiere cerca de ella y yo menos, pero no voy a privarme de compartir con la demás solo porque ella sea una imbécil.
- Todas las personas tienen derecho a ser estúpidas, pero algunas abusan del privilegio. – dice justamente cuando llego, la verdad me tiene sin cuidado lo que diga, podre haber perdido el trono, pero tan solo pensar en qué me nombraron heredera ya es bastante, a ella nunca, la podrán nombrar heredera de algo, y siempre tendrá que vivir bajo la sombra de su hermano.
- Como tú, por ejemplo. – me sorprende que le hayan respondido, y aún más cuando veo a la persona quien le respondió; Izevel.
La miro con una sonrisa en el rostro y ella me guiña el ojo, podrá su hermano caerme super mal, pero de ella no me puedo quejar, es fuerte, y valiente, me agrada que no permita que nadie pase por encima de ella.
- Voy al baño. – le susurro a mi amiga antes de dejarla con ellas, a diferencia de mí, ella les cae bien, así que no me preocupo en dejarla, mientras no este con su hermano todo es más tranquilo.
Mi destino no es ese, necesito espacio para pensar en que hacer, si no lo hago voy a explotar, no quiero que la alianza con esa familia se rompa, es importante para nosotros, pero mas importantes para ellos, ya que el hielo proviene del agua, sin embargo, su alianza es necesaria por sus inmensa caballería, a la hora de una guerra es muy necesaria.
