Capitulo 34 | Algo más de lo pactado

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Nymeria

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Nymeria

No quiero abrir los ojos porque se que si lo hago la luz entrara por ellos, quemara mi cabeza y la hará estallar en mil pedazos, mi cuerpo se desvanecerá poro a poro hasta que no queden más que cenizas. Quiero morirme y llevarme a mis amigas.

No recuerdo absolutamente nada de la noche de "celebración", ni siquiera se como llegue a mi lecho, supongo que Val me habrá ayudado.

Abro los ojos al recordar que tengo una reunión importante con los reyes. La oscuridad me mare, ruedo a un lado entre sabanas suaves inhalando un delicioso aroma masculino.

¡Maldición! Intento levantarme pero termino yéndome de bruces contra el suelo.

¡Mierda, mierda! No creo poder ser más estúpida. Me maldigo a mi misma al reconocer el lugar que me rodea, el mundo me da vueltas, y para colmo una arcada de vomito se apodera de mi garganta mientras me levanto como puedo. Corro hacia el cuarto de baño. Levanto la tapa del retrete e intento desocupar mi estómago, no hay nada más que dolor por el esfuerzo de mi cuerpo en sacar lo que no hay.

La cabeza me martillea, desahuciada me levanto en busca del estanque.

¿Cómo diablos vine a parar aquí? Apenas recuerdo que los guardias me trajeron junto a Val ¿me trago mi amiga? Es imposible, ella no me rebajaría de tal manera, muy aparte que era la que estaba completamente sobria, no lo haría...

<< ¡Dije que no le hablaría! O al menos eso me prometí... ¡Mierda!>> busco mi ropa, no hallo nada, no se si es porque no esta o porque todavía estoy demasiado ebria como para encontrarla.

- ¡Su alteza! – tocan la puerta y reconozco la voz de Naya - ¿Puedo entrar?

Me levanto del piso sentándome en una de las esquinas de la cama cerrándome bien el albornoz.

- Por supuesto – contesto nerviosa.

- Buenos días su alteza, el príncipe Damon mando a buscarme para pedirme que la preparara para su reunión. – hay una mueca de tristeza en su rostro, y ya he de imaginarme. A Damon no se le supera fácil, y lo digo por experiencia, mucho menos cuando fue tu primera vez y fue grandioso.

Me levanto dirigiéndome hacia el espejo de cuerpo completo. Me colocan un vestido largo de color verde oscuro con detalles dorados. Tiene una capa larga que cae desde los hombros hasta el suelo, abierta en la parte delantera para revelar una falda negra ajustada. La parte superior del superior del vestido tiene un diseño intrincado con patrones dorados y un corpiño que se ajusta a mi torso. Las mangas son largas y translucidas. Me colocan unos tacones a juego y arreglan mi cabello dejándolo caer sobre mi espalda, agregan perfume, pero el aroma casi me revuelve el estómago. <<maldición>>

Salgo y me dirijo a la sala del trono donde los reyes ya me están esperando. La vergüenza se me sube a la cabeza cuando veo a Damon en pie, junto a los monarcas.

Cenizas de alianzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora