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Y de repente llega alguien, que no sabes cómo ni por qué. Solo te gusta y ya.

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-¿No le habías prometido que la acompañarías? -Su tono de voz era suave, como cuando estaba de buen humor-

Dejó el plato con el desayuno frente a su hijo, que justo ahora se encontraba perdido en sus pensamientos jugando con un tenedor.

-Si... -Alargó la "i" al decir eso- Termino de comer y paso por su casa.

-Keisuke, ¿En qué piensas? Desde que Shira volvió te he visto más animado y a la vez tan pensativo. -Ryoko se sentó frente a su hijo para "interrogarlo"-

-¿Si te lo digo no se lo dirás a la señora Stella? -Levantó su mirada para ver a su mamá-

-Nose lo diré a nadie, hijo.

-Bien, ¿Cómo decirlo sin que suene tan mal? -Buscó las palabras adecuadas, no sabía que se sentiría tan nervioso al decirle algo como eso a su madre- La quiero de suegra. -Cambio de planes, lo dijo así para ver la reacción de su madre-

-...- Ryoko se quedó un momento recalculando lo que le acababa de decir. Justo en ese momento se echó a reír desenfrenadamente-

-¿Qué pasa? -Baji se extrañó bastante-

-Si me lo dices así pensaré que te gusta Tengen. -Volvió a reír, ignorando la queja del pelinegro por completo-

-Me gusta Shira, mamá. -Tras decir eso, dejó caer su rostro en la mesa totalmente frustrado-

Ryoko alzó sus cejas en cuanto lo escuchó, sonrió al darse cuenta de que por fin su hijo había aclarado lo que sentía por ella.

-Ya lo sabía. -Dijo como si nada. El pelinegro en seguida levantó su cabeza para verla- ¿Qué? Solo quería escucharlo de tí.

-¿En serio? ¿Pero cómo?

-Soy tu madre, te conozco mejor que nadie. -Le acercó más el plato de comida para que desayunara- Además, siempre me fijé en cómo la veías desde que eran niños, y el leve sonrojo de tus mejillas cuando te decía cualquier cosa. Para mí fue bastante obvio, cariño.

-¿Crees que ella ya lo sepa? -Se horrorizó al pensar que tal vez Shira ya conociera los sentimientos que tenía hacia ella-

-No, no creo. ¿Por qué mejor no se lo dices tú?

-Quiero... Pero nosé, me da miedo que no sienta lo mismo por mí. -Comenzo a comer- Arruinaría muchísimos años de amistad.

-Deberias atreverte, no tendrás toda la vida para pensarlo, hijo. -Su madre le dió un par de palmaditas a la mano izquierda de Keisuke para luego ponerse de pie- Por cierto, se te hace tarde.

-¡Demonios! -Al ver el reloj se apresuró en terminar de comer-

Cuando terminó de arreglarse, pasó rápidamente por la casa de Shirs. En la puerta se encontró a Tengen el cual iba de salida y le dijo que podía entrar ya que Shira lo estaba esperando.

-¡Shira!

-¡Kei!

-¡Kei!

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¿𝑅𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑎𝑠?... (𝐵𝑎𝑗𝑖 𝑥 𝑇/𝑛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora