¿𝑅𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑎𝑠?... (𝐵𝑎𝑗𝑖 𝑥 𝑇/𝑛)

•°39°•

Ok...

Respira...

Relájate...

Todo está bajo control...

¡Por Dios, niña! ¡Ya entra a la casa!
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-Nosotros... Nosotros nos besamos... -Quizás fué por la adrenalina del momento, quizás era porque estaba demasiado ocupada pensando en la pelea, pero justo ahora que el chico desapareció de su campo de visión es que está procesando lo que sucedió minutos antes-. C*rajo. Besé a Baji... ¿O él me besó? ¿Quién beso a quién? M*erda. ¡M*ERDA!

Un grito de emoción y alegría se escuchó en toda la casa apenas ella entró y cerró la puerta. Agradecía que todo el mundo estaba trabajando y nadie escuchó o vio algo de lo que pasó.

-No m*mes ¡No m*mes! -Se tiró boca a abajo en el sofá tomando unos de los cojines y presionándolo contra su rostro para dejar salir otro chillido agudo-. ¡Keisuke Baji y yo nos besamos! ¡Soy la p*ta ama!

No hay palabras para explicar lo que ella estaba sintiendo en ese momento, ese sentimiento es algo tan pero tan bonito, las mariposas en su estómago estaban haciendo estragos.

-¿Será... Será que él también siente lo mismo por mí? -Se sentó correctamente sobre el sofá, y al pensar en esa posibilidad incluso dejó salir un par de lágrimas-.

Es que, ahora todo tenía sentido.

1. La forma en la que la recibió cuando volvió de Roppongui.

2. Cómo la defendió de Sinazu.

3. Su molestia al verla hablando con los Haitani.

4. Sus celos de los chicos diciendo que él también quería su atención.

5. Sus celos hacia Sanzu sin razón aparente.

6. La forma en que se comportó en la cena familiar.

6. Esos momentos llenos de ese tipo de tensión entre ambos.

7. La maldita insistencia en que no asistiera a la pelea.

¡Y TANTAS OTRAS COSAS QUE AHORA TENÍAN TANTO SENTIDO!

-Maldicion... Kei... Todo este tiempo me ha estado dando señales. -Hizo memoria de los 38 capitulos anteriores (que risa colocarlo así, JAJAJAJAJAJAJA)-. Y yo no me había dado cuenta... ¡SHIRA TONTA!

Se golpeó a sí misma con el cojín repetidas veces dándose cuenta de lo ciega y tonta que fué todos estos años.

-¡MALDICIÓN! ¡MALDICIÓN! -Se puso de pie y comenzó a dar vueltas por la sala aún con el cojín en la mano-. ¡NO ME ESTABA DEJANDO LLEVAR POR MIS EMOCIONES! ¡ES QUE EL SENTIMIENTO ES MUTUO! ¡¿POR QUÉ NO ME DÍ CUENTA ANTES?! ¡ARGH!

-¿Ya te tomaste tus pastillas para la esquizofrenia? -Se escuchó en la entrada de la casa-.

-¡Ahora no, Tengen! ¡ESTOY EN MEDIO DE UNA CRISIS EXISTENCIAL! -Le reclamó sin verlo, solo señalando con su mano la dirección opuesta para que no la molestara-.

-Cuanta agresividad, Dios mío. -Dejó unas bolsas en la mesa del comedor y siguió de largo a las escaleras para ir a su habitación-. A esta le hace falta marido.

La mente y el corazón de Shira estaba dándole vueltas en todas las direcciones posibles, decidió ir a su habitación para aclarar mejor sus propios pensamientos.