𝐾𝑒𝑖𝑠𝑢𝑘𝑒 𝐵𝑎𝑗𝑖 𝑦 𝑆ℎ𝑖𝑟𝑎 𝐾𝑜𝑡𝑒𝑠ℎ𝑖 crecieron juntos en las calles, forjando una amistad inquebrantable bajo el ala protectora de la Tokyo Manji. Desde niños, compartieron aventuras, secretos y sueños, siempre unidos por un lazo irrom...
No es como que quisiera hacer esto pero Autora-chan dice que es necesario para que sepan un poco más acerca de mí. La verdad yo solo quería dormir un poco, pero mientras más rápido lo haga, más rápido podré seguir durmiendo.
Así que por favor sean buenos conmigo y lean esto para que esa loca me deje en paz.
A veces pienso que me creó para reflejarse en mí, pero porque las dos estamos locas.
• • • Soy más o menos así 👇🏻
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Esa foto me la tomaron mientras estaba en Roppongui. No pregunten.
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Ser pandillera no es fácil, mucho menos cuando tratas de aparentar ser alguien diferente con las personas que te rodean para que no sepan quién eres en realidad.
Gracias al cielo que ya no tengo ese problema.
Desde pequeña, nadie me iguala. Soy capaz de romperte una pierna antes de que te dé tiempo siquiera de gritar; y no solo eso, soy observadora.
De niña, los niños me tenían miedo por el simple hecho de que yo siempre estaba apartada de todos, solo observando. Cada movimiento, lo analizaba. Era en otra palabras "un bicho raro".
Aún le doy las gracias a mi hermano por haberme obligado a ir al parque con él ese día. No solo conocí a mis dos primeros amigos, sino que también al chico que hasta la actualidad se convirtió en el amor de mi vida.
Que cursi sonó eso, ay no.
Todo era genial, le saqué provecho a mi habilidad física y entrenando arduamente junto a Mikey aprendí a dominar las artes marciales. Mi hermano mayor también me ayudó a perfeccionar mi técnica a mi modo y así descubrí mi talento en el mundo de las peleas.
Desmembración.
Formé una pandilla con mis seis mejores amigos y todo iba bien en mi vida. Tenía una familia, gente que me quería, hasta que bueno... Sucedió algo que a muchos de los jóvenes y niños nos atormenta a diario, y esa fué la separación de mis padres.
Como lo dije anteriormente, siempre supe que mi ambiente familiar era diferente a lo que mis padres querian aparentar. Aunque no quisiera admitirlo, yo sabía que esto pasaría.
La verdad no me sorprendí cuando Tengen y mamá me dijeron que el divorcio ya era oficial, mí sorpresa fué cuando mi padre pidió mi custodia para llevarme con él.
No quería que yo siguiera los pasos de Tengen. Grave error, viejo.
No quiero que piensen otra cosa, yo amo a mi papá, en serio, Pero simplemente no pude perdonarme el hecho de separarme de las personas a las que amaba para mantenerme aislada de todos.
