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El avión se alzó hacia el cielo acarreando consigo el silbido tenso de Ángel. La lluvia había durado bastante en españa y había jodido los planes principales de Angie, quien decidió que lo mejor era que todos llegaran a Alemania al mismo tiempo y en el mismo vuelo, pero que entraran más tarde.

La misión no podía atrasarse más.

Lo cierto era que el avión que transportaba a los 10 agentes era lo suficientemente espacioso para todos, aunque, claro, tenía sus contras. Ángel estaba nervioso. Los días posteriores a su escena de celos con Angie habían estado tensos y la amenaza de ella aún seguía latente y fuerte.

Siempre había pensado que las palabras tenían poder y la indiferencia razones.

Sabía por cosas que había averiguado que Angie nunca se iba por las ramas cuando de venganza se trataba y que hasta aquel momento no hubiese ningun movimiento de la de cabellos miel lo tenia ansioso. 

La tranquilidad jamás era buena, ni siquiera en la mafia.

Por otro lado, por la cabeza de Angie pasaban demasiadas cosas, incluyendo las fotos que el remitente desconocido le había enviado. Las había olvidado por completo con la situación de estrés en la que se mantenía y las vio al recoger sus pertenencias aquella mañana.

Sin embargo, aún no tenía respuestas para aquella incognita. Ella seguía sin saber a quien pertenecia aquel torso y porqué le parecía tan jodidamente conocido.

Por otro lado, Aenea. Como Michael y los otros no habían viajado en el tiempo que era, entonces nadie le había avisado a la castaña el plan epor lo que iban a ciegas y vulnerables a cualquier situación.

Por otro lado aún más complejo, Franchesco tampoco se había comunicado y Aem estaba muerto de histeria. Sin nadie que controlase a Aem allá en Milán ella tendría que viajar primero a un sitio antes que el otro. Aem y la ansiedad no se llevaban para nada bien y ella lo sabía, asi que debía prepararse para cualquier cosa.

Sus ojos volvieron al conjunto de fotografías que se mantenían a sus pies. Se había instalado adrede en la habitación mas lejana del jet, el cual solo tenía dos; una de ellas estaba instalada cerca del baño para evitar emergencias, mientras la otra estaba en la cola del avión. 

Por suerte para todos , el tamaño era considerable para que se mantuvieran alejados el uno del otro sin necesidad de molestarse por nada. No quería ser molestada mientras descubría el secreto que aquellas imagenes guardaban para ella.

Tenía tantas cosas pendientes que lo más importante estaba siendo olvidado de su conciencia sin ella quererlo y eso la hacía sentirse desesperada por retener la información que se le escapaba. Tenía pensado conseguir la identidad de aquella persona que la estaba, aperentemente, ayudando y aún no sabía ni siquiera por donde empezar.

Tenía buenos técnicos que bregaran de manera experta las redes, personas que revisaban diario sus cámaras de seguridad para poder captar algo; pero no podía conseguir nada, ni siquiera un rostro mal puesto.

Así que, para su mala suerte, y buena suerte para esas personas, ella no tenía nada... Estaba en el comienzo desde todos los ángulos posibles sin saber como avanzar correctamente ni hacia que camino dirigirse.

Sin embargo, volviendo a las polaroids, su cerebro la mataba dando vueltas y vueltas. Sabía que conocía ese torso, lo sabía, pero... ¿de donde? ¿De quién era?

¿Por qué eliminar las expresiones del hombre en la foto?

Al acercar una de las fotos en donde el hombre aparenterente mira al frente, Angie achica los ojos y se fija en algo más: la juventud de aquella persona que denota tener entre veinte y veinticinco años, no más. Pues, aunque no haya expresiones claramente tampoco hay signos de vejez en ese rostro bastante fresco. No solo eso, la foto tampoco parece reciente, por lo que era bastante deducible creer que tenía sus años y apenas era sacada de algún cofre. Hiperbole enorme creer que era sacada de un cofre, pero no parecía desgastada y tenia algún que otro tono amaderado en las esquinas manchando la pulcritud del blanco de los bordes.

En las manos de Ángel.  (+18)  Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora