Victoria:
Me quedé completamente ida, escuchando atentamente cada palabra de esa canción.
"Estoy a punto de cambiar mi vida. Estoy a punto de romper mi corazón. Estoy a punto de salvar el día. Reconociendo aquello que ya murió. No puedo pedir que te detengas. Porque sé que estás siguiendo tu corazón. Y tu corazón probablemente no me pertenezca. Y por eso voy a dar el primer adiós. Porque hoy me importa más mi corazón. Porque hoy ya no me duele decir adiós. Porque hoy respiro el aire que faltaba. Porque hoy respiro ese amor.
Porque hoy me amo más que ayer"
"Porque hoy me importa más mi corazón". Me saqué las pastillas de la boca y reinicié la canción un par de veces solo para volver a escuchar ese verso. Luego puse la canción en bucle y la escuché hasta que darme dormida.
— No entiendo, ¿estás terminando conmigo?
Esperé a que Daniel despertara para hablar con él.
— Sí. Desde hace meses que lo he estado pensando...
— ¿Meses? ¿Y apenas me lo dices? — Dijo indignado.
— De verdad creí que era algo que iba a cambiar, creí que todo podía ser como antes. Pero ya no somos los mismos, — Dan me tomó de la mano y le di un ligero apretón — sé que estuviste con alguien más y tengo la certeza de que ya no te amo, porque no me dolió.
— Dame otra oportunidad, te lo ruego. Me equivoqué. — Se arrodilló y puso su frente en mis piernas. — Te puedo enamorar otra vez. Me niego a dejarte ir, dime que puedo hacer para que te quedes.
— Dani, ya no más, me quedo con mi paz.
En 24 horas había perdido mi trabajo, mi relación y mi casa. Me fui de ahí decidida, no podía hacerle dejar ver que tenía muchas dudas y ningún plan, que moría de miedo, pero a la vez de emoción. La valentía que demostré fue tal, que hasta yo misma me la creí.
Apenas es mediodía, así que todavía me quedan algunas horas para encontrar donde pasar la noche. Decidí venir a mi parque favorito, me acosté sobre el pasto y me puse a ver las nubes, mientras que la misma canción seguía en bucle.
Me puse a pensar sobre las nubes, como están ahí, existiendo, sin importarles nada. Sobre sus formas son caprichosas, cambiantes, cada brisa las moldea y entienden que van de paso, nunca se empeñan en quedarse. Siempre en movimiento, siempre cambian, sin importar lo que pasa o provocan a su paso.
Me hizo extrañar a la vieja Victoria. Como las personas a mi alrededor aseguraban que yo llegaría muy lejos, y aquí estoy, en el mismo parque donde toda mi adolescencia canté y toqué guitarra a cambio de limosnas para poder comer, otra vez sin tener que comer ni donde dormir. Pero algo dentro de mí se siente distinto.
Me metí a ver al autor de la canción que me había dado el valor de salir del hoyo donde estaba, leí un poco de él, de su historia y vi un par de entrevistas. Lo busqué en Spotify y reproduje otras canciones de él: "quítame las alas", "manifiesto", entre otras. Cada canción, me daba más valor que la anterior.
"Que te jodes si te dejas joder". Muchas de sus frases se sentían dolorosamente precisas.
Estaba harta de autocompadecerme, de no tomar las riendas de mi vida, de ser tan complaciente con todos excepto conmigo. ¿En qué momento dejé de lado mis sueños y mis metas?
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𝑹𝑬𝑴, solo es un sueño
FanfictionVictoria descubrió la música de Humbe en el momento que más lo necesitaba. La depresión siempre había estado presente en su vida pero cuando más bajo estuvo, cuando no veía salida, lo encontró. En sus letras encontró la tranquilidad y el acompañamie...