Humbe:
Las luces en el bar son un poco tenues, tengo la gorra y los lentes de sol puestos aunque el sol se fue hace unas horas. No quiero arriesgarme, no quiero arriesgarla. Después de despedirnos, me fui directo a mi hotel y me llega un mensaje de Fernando con archivo adjunto, me arruinó el humor tan solo con leer su nombre en mis notificaciones
Estuve a punto de no abrir su mensaje pero sabía que tenía que hacerlo. En cuanto abro el mensaje veo una foto de Victoria y yo abrazados frente al restaurante, seguido de un emoji con el pulgar hacia arriba.
No le contesté, no tenía nada que decirle al respecto. Y aunque lo hiciera, sé que no escucharía.
Le mandé un mensaje a Victoria un poco más tarde, preguntándole si quería hacer algo tranquilo. Mi excusa fue que mi vuelo salía mañana hasta tarde y no tenía nada que hacer.
Moriría de vergüenza si se enterara que retrase mi vuelo para esto.
Es que simplemente no podía irme, no puedo no volver a verla y vivir con esta incertidumbre. Necesito encontrar una respuesta. Solo eso. Y podré continuar mi vida tranquilo.
Escogí un pequeño bar un poco cerca de mi hotel, así me arriesgaba menos a ser visto, lo cuál es raro porque generalmente nunca me tengo que preocupar de ese tipo de cosas. Ahora que necesito privacidad, resulta que mi vida personal si es de interés pública.
Elegí sentarme en la barra que da hacia la ventana, ya que estaba lloviendo un poco y la calle no estaba tan concurrida, además, las gotas en el cristal ayudaban a que alguien pudiera reconocerme.
— Disculpa por la tardanza, me quedé dormida en cuánto llegué del aeropuerto.
No la vi llegar y me hizo sobresaltarme, ella pareció notarlo porque comenzó a reír. Se sentó en el taburete a mi lado.
Mientras ella observaba el menú, yo la observaba a ella.
Con la luz cálida del lugar se le veía el pelo ligeramente rojizo, tal vez lo tuvo en algún momento antes de teñirlo de castaño. Traía el pelo un poco mojado, me imagino que no trajo consigo una sombrilla, esto hacia que se le ondulara un poco más el pelo.
Entonces por primera vez, fui consciente de mis pensamientos y empecé a sentirme nervioso. ¿Qué hago aquí? ¿Qué le digo? ¿Qué hacemos? ¿Qué pasa después?
— ¿Ya decidiste que ordenarás? — Gracias a Dios me salvó de mis pensamientos.
Ordenamos una orden de boneless con papas francesas y una cerveza cada quien, mientras comíamos, estuvimos hablando de su vida en Oaxaca, lo que le gusta hacer, lo triste que se sintió cuando Carolina se fue. Hablamos más de ella que de nada, en realidad. Pero no me molestó, solo quería confirmar si mis sospechas eran ciertas.
Al terminar de comer y pagar la cuenta, estaba más nervioso de lo que estaba al llegar.
— Me estoy quedando en un hotel a unas calles de aquí, ¿quieres ir un rato? Es que, hay algo que quiero mostrarte. — Me apresuré a agregar esto último porque me estaba mirando de una manera desconfiada.
Caminamos de vuelta compartiendo mi sombrilla, la lluvia había aumentado y nos terminamos mojando un poco. Conforme nos ibamos acercando al hotel, iba siendo cada vez más difícil mantener una platica. Es raro porque en el bar fueron muy pocos los silencios. Subimos al elevador y hubo un silencio... ¿incómodo?
Entramos a la habitación de mi hotel y podía notar que ella estaba un poco incómoda, no quería hacerla sentir así. Lo último que quería es que pensara que soy ese tipo de persona. Me aseguré de tomar mi distancia con ella, para que no se sintiera atrapada.
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𝑹𝑬𝑴, solo es un sueño
FanficVictoria descubrió la música de Humbe en el momento que más lo necesitaba. La depresión siempre había estado presente en su vida pero cuando más bajo estuvo, cuando no veía salida, lo encontró. En sus letras encontró la tranquilidad y el acompañamie...