𝑹𝑬𝑴, solo es un sueño

7. Mi primer festival

Victoria:

Puedo imaginarme como estará ardiendo mi piel más tarde, he estado parada en el mismo lugar por casi dos horas, esperando y guardando el mejor lugar para poder ver a Humbe de cerca.

Mientras los días se iban acercando mi corazón se aceleraba cada vez más de la emoción y ahora que estoy a unos minutos de por fin verlo, siento que no es real.

Carolina está a mi lado y estoy a punto de ver al artista que literalmente siento que me saca de un abismo cada que intento caer. Lo feliz que he sido los últimos días ha hecho que toda la tristeza que he vivido se vea tan pequeña y lejana.

Cuando las luces y la pantalla se enciende, anunciando su llegada, grito tan fuerte como puedo.  Tres chicas enfrente de mí voltean a verme raro, como si estuviera gritando a todo pulmón en la mitad de su sala y no en un festival, a la mitad de un concierto.

— No les hagas caso. — Me dice Caro mientras me da un apretón en el hombro, sabe muy bien lo mucho que me puede cohibir al sentirme juzgada en público.

Lo veo salir corriendo y dando pequeños brincos por el escenario, se acerca hasta la orilla con una sonrisa enorme y saludar con la mano al público. La multitud empieza a empujarme un poco hacia enfrente. Tomo a Carolina de los hombros y la sacudo de la emoción. Me pongo los lentes de sol en la cabeza para guardar este recuerdo con todos los colores posibles.

Empiezan los primeros acordes de "confieso" y desde ya, siento ganas de llorar. Empecé a cantar con todas mis fuerzas, dejando que todas las emociones que he vivido en los últimos meses se vayan en estas letras, con estos gritos. Los latidos de mi corazón bailaban con el ritmo de la música.

— Tranquila, te vas a quedar sin voz. — Se rie Carolina.

— Es que es de mis canciones favoritas.

Pero cada canción la canto más fuerte que la anterior, dirigiendo todas mis energías a disfrutar ese momento e ignorar todo a mi alrededor. Las gozaba como si fuera la única escuchando, como si cantara solo para mí.

Hace 3 canciones que dejé de intentar retener mis lágrimas, ahora mi cara es una mezcla de sudor y lágrimas, debo de verme asquerosa. Comienzo a sentir que me quedo sin voz cuando empieza a cantar en un "solo" la canción de "te lo prometo". 

He escuchado la canción un millón de veces pero hay algo en su voz sin acompañamiento musical que me eriza la piel.

No puedo explicar por qué, pero ahora mis lágrimas se han convertido en un llanto inconsolable. Carolina solo se dedica a abrazarme, cuando me he recuperado un poco me separo de ella y me limpio las lágrimas.

Cerré los ojos solo dos segundos y cuando los abrí veo a Humbe tieso en el piso. Se acercan un par de personas del staff a ayudarlo a levantarse mientras él se rie a carcajadas. 

Dos personas me ven de una manera extraña, lo que me hace sentir incómoda, ¿tan mal me veré? Tomo los lentes de mi cabeza y estoy por ponérmelos de vuelta cuando siento un empujón fuerte, seguido de un golpe en mi lado derecho. Inmediatamente después empiezo a notar un ligero ardor, me toco con el dorso de la mano y veo que me deja un rastro de sangre. Volteo a buscar a Carolina pero la encuentro más indignada que preocupada.

— ¡Cuidado, idiota!

— ¡No fue mi culpa, están empujando atrás! — Dijo un pobre chico asustado.

Me limpié la sangre lo mejor que pude e intenté disimular que no me dolía.

— Está bien. — Traté de calmarla pero honestamente, además del pequeño corte también me dolía el pómulo.