Humbe:
Le apreté la mano para no dejar a este señor con la mano extendida pero aún estaba procesando lo que acababa de decirme, tenía una tez morena, un poco subido de peso y su barba estaba cubierta de canas.
— ¿Su papá? — Pregunté confundido
Asintió sonriendo con timidez. Tenía una sonrisa amigable, que hacía casi imposible que te desagradara, sino fuera porque le rompió el corazón a la persona que más he amado.
— ¿Cómo la encontraste?
— ¿Cómo está ella? ¿Está bien?
— ¿Cómo la encontraste? — Insistí un poco menos amable.
— Vi un vídeo de ella cantando en este lugar, canta más hermoso todavía. — Dijo sonriéndole a sus recuerdos.
Me ardió el estómago, no tiene derecho a sentirse orgulloso de ella. No se lo ha ganado.
— ¿Puedo preguntar por qué ha venido? — No podía evitar no ponerme a la defensiva, no iba a permitir que la volviera a herir.
Traía una gorra azul un poco sucia en sus manos, no la había notado hasta que empezó a jugar con ella con nerviosismo.
— Regina, mi hija, tiene Leucemia. — Sacó una pequeña foto de su cartera y me la extendió, una pequeña niña sonreía a la cámara, le hacía falta el pelo y las cejas, cubría su cabeza con un paño color violeta. — Ha estado luchando contra esa enfermedad por casi dos años y necesita un transplante de medula ósea.
— ¿Por eso ha estado buscando a Victoria? — Comprendí al final.
— Ni su mamá ni yo somos donantes compatibles, podemos ponernos en lista para algún donante pero los doctores dicen que la mejor opción es que algún hermano lo haga, para que sean más compatibles y ella pueda vivir.
Me quedé callado solo viendo la foto de esa niña que sonreía tiernamente, ¿entendería por qué le pasaba lo que le pasaba?
— ¿Crees que quiera ayudarme? — En su voz se le notaba la desesperación por encontrarle una esperanza a su bebé.
Victoria fue en algún momento su bebé también, ¿hubiera hecho esto por ella también o se hubiera ido de cualquier manera?
Sentía una mezcla de compasión con coraje, por un lado entendía su dolor de ver sufrir a su pequeña, por el otro estaba el dolor de la mía.
— Señor, con todo respeto, ha sido un padre de mierda y no tiene ningún derecho de venir a pedirle favores a Victoria.
La imagen mental de Victoria llorando de niña preguntándose si era su papá cada que llamaban a la puerta hacia que mi rabia creciera.
Tiene una hija maravillosa, — dije apuntando hacia la puerta donde unos minutos atrás había desaparecido Victoria — y a usted no le importó formar parte de su vida.
Él se limitó a mirar el suelo y asentir, como si estuviera de acuerdo en que se mereciera mi enojo. Su semblante casi al borde del llanto me hacía muy dificil hablarle de esta manera.
Bajé mi vista y encontré mi mano la foto de Regina aún sonriéndome.
— Pero al final Victoria tendrá la última palabra.
Y es un ser tan hermoso que la creo capaz de ni siquiera dudar.
Me fui del lugar con la ansiedad al cielo, llegué a mi casa y abracé a mi mamá hasta calmar mi enojo.
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𝑹𝑬𝑴, solo es un sueño
FanfictionVictoria descubrió la música de Humbe en el momento que más lo necesitaba. La depresión siempre había estado presente en su vida pero cuando más bajo estuvo, cuando no veía salida, lo encontró. En sus letras encontró la tranquilidad y el acompañamie...