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-¡Ay, Dios mío! ¡TEODORO AJAJAJAJA! -exclamó Alex, aún recuperándose de su ataque de risa.

Mis amigos no podían contener su risa por el malentendido con el nombre de Teo, y aunque al principio traté de mantener la compostura, no pude evitar rodar los ojos ante su insistencia.

-Ya superenlo, ni siquiera da risa -murmuré, intentando detener la lluvia de carcajadas que inundaba el parque.

Mis palabras solo parecieron avivar aún más las risas de Alex y Lukas, quienes se aferraban a sus estómagos mientras se reían a carcajadas.

-Lo siento, Ari, pero eso fue demasiado gracioso. ¡Teodoro, ajajaja! -dijo Lukas entre risas, mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos.

-Mejor vámonos Ari, estos se van a seguir riendo hasta que se hagan viejos - susurro Teo hacia mi oído.

-Tienes razón, Teo. Parece que no van a parar pronto -respondí con una sonrisa

Nos alejamos del grupo. Mientras caminábamos por el parque, Teo detuvo nuestros pasos y señaló un puesto de helados cercano.

-¿Qué te parece si nos tomamos un helado? -propuso con una sonrisa amable.

Asentí con entusiasmo. Nos acercamos al puesto y Teo gentilmente se ofreció a pagar por los helados. Mientras esperábamos, continuamos charlando animadamente, disfrutando de la compañía mutua.

Justo cuando el vendedor nos entregó los helados, Lukas junto con Alex (el cual lleva su celular en la mano)  aparecieron de repente

—¡Ajá, aquí los tenemos! ¡Una pareja adorable disfrutando de un momento dulce! — exclamó Alex, enfocando la cámara de su celular en nuestros rostros. Teo reia mientras yo estaba sin entender nada.

–WUUUU, VIVAN LOS NOVIOS!! -Grito Lukas a la cámara para después correr, supongo que ya sabe que es lo que le espera despues de decir esa pendejada.

Alex  guardó su celular con una sonrisa satisfecha. Mientras tanto, yo no podía quedarme sin hacer nada por la broma tonta de Lukas Urkijo. Sin pensarlo dos veces, agarré una piedra de un tamaño considerable (era del tamaño de mi mano) y la lancé hacia Lukas, apuntando con precisión.

La piedra lo golpeó en la cabeza.

Lukas se detuvo en seco, sorprendido por el golpe repentino en la cabeza. La expresión de sorpresa en su rostro fue instantánea, seguida de un gesto dramático de dolor mientras se sobaba la cabeza.

—¡Ay, mi cabeza! ¡Eso dolió! —exclamó Lukas, fingiendo indignación mientras se giraba hacia nosotros.

Teo y yo nos miramos con complicidad, tratando de contener las risas ante la reacción exagerada de Lukas. Mientras tanto, Alex se quedó boquiabierto por un momento, sin saber cómo reaccionar ante la situación.

—Amor mío, ¿estas bien? —preguntó Alex, acercándose preocupado. Aunque en el fondo todos sabemos que tambien se quiere reir.

Teo y yo apenas podíamos contener la risa mientras Lukas continuaba con su actuación, sosteniendo su cabeza con una mano mientras se quejaba dramáticamente del golpe.

—¡Esa fue una buena! —exclamó Teo, riendo entre dientes mientras se acercaba a Lukas con una sonrisa traviesa.

—Como que ahora caen piedras del cielo —dije, tratando de contener la risa mientras me acercaba a él con una sonrisa divertida.

Lukas finalmente abandonó su acto teatral y comenzó a reírse junto con el resto de nosotros Alex que empezó a reirse como una foca con asma.

Después de las piedras que caian del cielo, nos dirigimos al banco más cercano para sentarnos y disfrutar de nuestros helados.

Pretty Psycho - Alan Beltrán (Yankee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora