𝐒𝐎𝐌𝐄𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆

𝐏𝐔𝐍𝐈𝐒𝐇𝐌𝐄𝐍𝐓

El ambiente estaba impregnado de un silencio tenso, solo interrumpido por el zumbido de los motores virtuales y el sonido de los neumáticos chirriando en las curvas.

Ambos pilotos con su mirada fija en la pantalla, manejaban el volante con destreza, sus manos se movían con precisión milimétrica, anticipando cada giro y cada aceleración. Sus rostros reflejaban determinación y concentración absoluta, como si estuvieran realmente al volante de un auto de carreras en plena competencia.

Así es como se la habían pasado Max y Sergio las últimas dos semanas. Christian no les había dado descanso después de lo que sucedió en Australia, incluso los había hecho pagar la multa con su propio dinero. Esta vez la escudería no estaría pagando por peleas estúpidas.

Max había llegado con el efectivo en una elegante bolsa, mientras que Sergio había escogido una bolsa de plástico del supermercado; Christian al ver esto alzó la ceja con escepticismo.

—¿Es en serio, Sergio?

—¿Qué? ¿Traje el dinero o no? —Se cruzó de brazos, mientras encogía los hombros restándole importancia.

Christian solo chasqueó la lengua y se dio la vuelta para dirigirse hacia su oficina y guardar  el dinero en la caja fuerte. Ellos ya habían hecho la transferencia a la FiA, así es que con eso ya habían repuesto el dinero que tuvieron que pagar como multa por dejar que todo se saliera de control.

Después de eso, los hombres no tuvieron descanso. Christian como castigo los había puesto a entrenar tanto física como mentalmente. Las horas en el simulador era para tenerlos quietos, ya que cuando fue a ver cómo les iba en la preparación física sentía que iba a terminar hospitalizado por un ataque de cólera, porque había encontrado a sus pilotos en una esquina descansando y riéndose de cosas que solo ellos sabían.

—¡¿Y a ustedes quién les dio permiso para descansar?! —Gritó, haciendo que tanto Max como Sergio se exaltaran sorprendidos. —¡Arriba ahora mismo! ¡No los quiero ver holgazaneando!

Ambos se pusieron de pie inmediatamente, como si el suelo de repente se hubiera convertido en lava. Estaban a punto de dirigirse hacia las caminadoras hasta que su jefe tomó a Max del brazo y lo llevó al otro extremo del gimnasio; llamó a uno de los entrenadores y le dijo que no los dejara acercarse y que si lo hacían lo iba a despedir.

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A pesar de todo, nuestros pilotos mantienen su profesionalismo. Practican en los simuladores diariamente y entrenan como si no hubiera un mañana.

Se nota la pasión y dedicación que le tienen al automovilismo y a la escudería.

913 comentarios

Más recientes:

checosfreckles JAJAJAJAJA, RB tirándole duro a los de Ferrari, ya que sus pilotos se han tomado el castigo como vacaciones.
↳maxversions Littttt, Carlos y Charles solo se les ha visto en citas desde el comunicado de la FIA

ginalovescheco El viejo sabroso cada día se pone más 🔥

chestappenthings Cuidado, Max. Se quieren chapulinear a tu novio
↳maxwag Deja tu delulu para otra ocasión, se nota que la relación de Max y Sergio es puramente profesional 🤡

-------- ≪𝐒𝐎𝐌𝐄𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆≫ --------

La noche había caído, Max y Sergio se encontraban exhaustos, sus cuerpos adoloridos por el intenso esfuerzo físico al que se habían sometido. Cada músculo parecía protestar con dolor cada movimiento, como si un peso invisible los aplastara con cada paso que daban. Sergio con leves masajes en su cuello quería liberar la tensión que se había formado, mientras que Max solo caminaba a su lado observando cada movimiento que hacía.

—¿Quieres ir a comer algo? Estoy que muero de hambre. —Habló Max finalmente cuando se dirigían hacia sus autos.

—No lo sé, Max. Estoy muy cansado como para ir a un restaurante y lidiar con personas. —Lo observó con pena, porque se sentía mal al negarle la salida.

—No tenemos que lidiar con personas si pedimos a domicilio, podríamos, no sé, ir a mi apartamento y comer tranquilamente mientras nos relajamos en el sofá, ¿qué dices?

Sergio solo lo observó directamente a los ojos por un par de segundos que para el otro habían parecido eternos. Parecía que se disputaba mentalmente en si aceptar o no.

—¿Aún tienes el jacuzzi de hidromasaje? —Max asintió repetidamente como niño pequeño. —Bien, vamos. Lo necesito.

Sergio se adelantó por lo que no pudo observar el gesto victorioso de Max.

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Lo publico ya porque mañana hay que madrugar, ¡ni hablar del sábado! 😩