𝐒𝐄𝐄𝐒𝐀𝐖

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Lastimosamente la semana de descanso había llegado a su fin, por lo tanto su estadía en el resort también.

Los últimos días los pasaron con las actividades que venían incluidas con el programa que Max había escogido. También disfrutaron de otro tipo de actividades, donde Sergio finalmente pudo disfrutar de la piscina infinity, aunque no precisamente para nadar.

Los últimos dos días se las habían pasado profanando cada rincón de la villa y Sergio estaba más preocupado por las marcas que Max había dejado en todo su cuerpo que por el dolor que estaba sintiendo. No sabía cómo haría para cubrirlas, sobre todo las del cuello. Porque las demás estaban ocultas y el nomex se encargaría de mantenerlas de esa manera.

Tendrían que ir a Mónaco, a sus respectivos hogares porque tenían asuntos que atender, como hacer una nueva maleta con la ropa que ocuparían para el Gran Premio de Austria. Por suerte, después de esa carrera tendrían vacaciones. Y por supuesto, Max estuvo haciendo planes para esos días durante el vuelo de regreso.

A Max no le gustó la idea de su novio, que cada quien llegara en su propio medio de transporte y entrar al paddock unos cuantos minutos después del otro. Él quería llegar junto a Sergio, tal y como lo habían hecho en España. Pero, sabía que los medios estaban encima de ellos porque no habían hecho pública su relación y mucho menos la habían negado, por lo que estarían esperando por una primicia.

Sergio se encontraba demasiado concentrado poniéndose los últimos detalles de su traje mientras le daba la espalda a la puerta de su driver's room, por lo que no escuchó cuando la puerta de esta se había abierto.

—Sergio, ¿podemos hablar?

El mencionado se congeló en su lugar cuando escuchó la horrible voz que conocía a la perfección. Para su desgracia.

—¿Sergio?

Maldijo por lo bajo y dejando de lado lo que estaba haciendo se dio la media vuelta para hacerle frente a Carlos.

—¿Qué haces aquí? —Cuestionó serio, pasando por un lado del español. Saldría de la habitación, no le gustaba para nada estar compartiendo un espacio pequeño con ese desagradable ser humano.

Carlos lo siguió y se detuvieron en el pasillo donde uno que otro mecánico pasaba ocasionalmente.

—Te dije que necesito hablar contigo. —Hizo su mejor cara de "perro arrepentido", cosa que no funcionó con él.

—No tenemos nada qué hablar, pensé que mi novio te lo había dejado en claro. —Apoyó su peso en una pierna y llevó una de sus manos a su cintura.

Carlos se mostraba enfadado en esta ocasión.

—¿En serio estás saliendo con él? —Se mostró ofendido.

—Sí, no sé qué parte de "mi novio" no entendiste.

—¿Por qué precisamente Max?

—Bueno, a ti qué te importa con quién o no salga. Deberías de estar más pendiente de tu relación. —Se estaba enfadando.

—¡Es verdad, no debería de importarme pero lo hace! —Empezó a alzar su voz.

—¡Ese no es mi maldito problema! Mejor lárgate antes de que llame a seguridad.

—Solo respóndeme eso, ¡¿por qué él?!

Sergio llevó su otra mano a su tabique, trataba de mantener la calma porque sabía que si se salía de sus casillas podría terminar golpeando a Carlos y el meterse en problemas era lo último que quería hacer. Ya había hecho pasar por mucho a Christian como para seguirle sumando.

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