𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘, 𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘

1.7K 287 37
                                    

Antes de que el parón de verano terminara y volvieran a sus trabajos, Max y Sergio fueron invitados a una fiesta de uno de los amigos del neerlandés. El lugar estaba atestado de influencers y famosos, los cuales estaban ahí más que todo para tomarse fotos y presumir en sus redes sociales que habían sido invitados a una fiesta privada.

Max pudo reconocer a seis personas, con las cuales ya había interactuado con ellas en un par de carreras anteriores. Y para sorpresa de Sergio, J Balvin se encontraba en el mismo lugar junto con Marc Márquez.

Los hombres al darse cuenta de la presencia de Sergio, corrieron a saludarlo. A Max no le gustó la forma en la que el mentado José había abrazado a su novio y se había tomado todo el tiempo del mundo en ese abrazo. Literalmente el español junto al colombiano lo habían dejado de lado por estar hablando con Sergio.

A él le pareció de mala educación que se hubieran dedicado a hablar solamente en español cuando él claramente estaba presente. No entendía nada y podía notar la incomodidad de su novio y su intento por incluirlo en la conversación, hablando unas frases en inglés.

La gota que derramó el vaso, fue cuando Marc le dedicó una sonrisa coqueta a su novio y le tocaba el brazo con cada palabra o frase que terminaba. Y al parecer este había dicho algo sumamente gracioso porque Sergio se reía a carcajadas, se notaba que se divertía más con ellos que con él.

—Te dejó, iré por un trago. —La mirada seria de Max alertó a Sergio y dejó de reír con los otros hombres para ver cómo su novio desaparecía entre la multitud.

—¿Qué le pasa al rubio? —Preguntó José.

—Ese tío se nota que no le gustó nuestra presencia. —Habló Marc esta vez.

—Creo que solo se siente agobiado por el idioma, ¿les importa si los dejo? —Los hombres negaron y le dieron una sonrisa amistosa.

—Gracias, chicos. Nos mantenemos en contacto, adiós.

Sergio se fue por el mismo lugar que Max había recorrido anteriormente. Lo encontró en la barra junto con otras personas que trataban de llamar su atención y él amablemente los rechazaba. Max estaba tomando su ron como si fuera agua y de paso se había pedido otro.

—¡Ey, ey! Alto ahí, vaquero. —Puso su mano en el vaso cuando vio que el rubio estaba a punto de tumbarse la bebida. —¿Podemos hablar? —Murmuró en su oído y echó un vistazo a su alrededor para ver si podía encontrar un lugar con más privacidad.

Max asintió y se puso de pie. Sergio lo tomó de la mano y lo dirigió dentro de la casa del anfitrión, sintió que estaba invadiendo propiedad privada pero en ese tipo de eventos siempre se termina en lugares inimaginables.

Cerró la ventana corrediza y agradeció que dentro del lugar no se escuchara el bullicio de la música y los gritos de las personas al tratar de mantener una conversación. Dentro de la casa había  un grupo de mujeres hablando entre ellas y riendo de quién sabe qué; cuando los vieron los saludaron y los dejaron solos en la sala. No sabía qué tipo de expresiones reflejaban sus rostros, pero ellas habían tomado la decisión de dejarlos a solas.

Max ya había estado en la casa del anfitrión varias veces, ya sea por compromiso o por pequeñas reuniones, así es que conocía algunas partes.

—Ven, vamos a la sala privada.

—No, nos van a regañar. —Sergio se detuvo en seco cuando sintió que su novio lo llevaba a un lugar más alejado y por lo visto más personal.

—Descuida, soy amigo del anfitrión, ¿recuerdas? Me dijo que podía usar ese lugar cuando quisiera.

𝐒𝐎𝐌𝐄𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora