Una Familia Por Contrato

Capítulo 7: La Decisión

POV Lisa

Después de la propuesta de Liam y Casey, salí a tomar un poco de aire, me sentía confundida, no estaba segura de lo que debía hacer así que solo caminé por las calles hasta llegar a la plaza cerca del Centro de niños, la misma que tiene una fuente, y me quedé allí por un buen rato, no pude evitar mirar a todos esos niños corriendo y jugando bajo la atenta mirada de sus madres, en ese momento me invadieron un montón de sentimientos, decidí volver al departamento, entré y prepare la bañera traté de relajarme un poco, pero de pronto sentí que algo tibio recorría mis mejillas, eran mis lágrimas ya no pude contenerme, no recuerdo la última vez que había llorado tanto.

Después de estar así un buen rato, me sentí más aliviada, me di cuenta de que necesitaba desahogarme, cuando terminé mi baño salí y me cubrí con una bata, caminé hasta mi clóset, donde tenía guardada una pequeña caja de madera, mi nombre estaba grabada en ella, adentro había guardado algunos recuerdos, hace años que no la revisaba, tenía guardada algunas fotografías, una de cuando llegué al orfanato, otra de cuando estaba con mis padres adoptivos y otra de cuando terminé la secundaria, también de cuando me gradué de la universidad, y había una fotografía mía de cuando tenía unos 5 años, supongo que mi madre la había tomado poco antes de abandonarme, esa foto junto a un colgante es el único recuerdo que tengo de esa mujer, también tenía cosas de cuando salía con Alex, él fue mi primer amor pero también fue la persona que más me lastimó, así que tomé todo lo que me recordara a él y los tiré a la basura - Cómo podría ser una buena madre o una buena esposa, si dar o recibir cariño, es algo que no sabría como hacer - me cuestioné a mí misma.

La propuesta de Liam me tomó por sorpresa, no sabía qué hacer así que solo me puse mi pijama, me metí a la cama y me quedé dormida con todos esos pensamientos rodando mi mente.

A la mañana siguiente cuando desperté escuché a Casey en la cocina - Buenos días! - la saludé recargándome en el marco de la puerta.

- Buenos días! - respondió mientras estaba terminando de preparar el desayuno.

- Por que no me despertaste para que te ayude con el desayuno Cass?

- No era necesario, además ya terminé, pero si quieres puedes ayudarme, poniendo la mesa.

- De acuerdo - respondí y llevé las cosas hasta la mesa, con la mesa lista, cada una tomó un lugar en ella - te sientes bien Cass?.

- Claro que me siento bien, por qué lo preguntas?

- No lo sé, es solo que estás más alegre de lo normal, además tienes esa mirada en los ojos.

- No se a qué te refieres.

- Me refiero a esa mirada que normalmente tienes, cuando se te ocurre una idea descabellada y en la que casi siempre termino involucrada.

- Cómo crees, acaso no puedo solo tratar de consentir a mi mejor amiga? - se excusó mientras se servía una taza de café.

- Te conozco Casey Miller, algo quieres, de lo contrario no te habrías molestado en cocinar todo esto - le dije.

- Por qué crees eso? - musitó mientras bebía un sorbo de su café.

- Será porque preparaste todo lo que a mí me gusta! - declaré.

- Y éso qué? - dijo untando un poco de mermelada a su tostada.

- Que a tí, no te gusta cocinar Casey, es más odias la cocina! - afirmé.

- Bien, tienes razón! - bufó derrotada.

- ¡Aja!, lo sabía - repliqué golpeando la mesa con la palma de mi mano.

- ¡Uf!, odio que me conozcas tan bien -resongó - pero tienes razón!.