Capítulo 9: El Trato

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POV Liam

Antes de ir a la empresa tenía que pasar por el Centro, hoy al fin hablaríamos con los niños, una vez allí fui directo a la oficina de Casey, toqué a su puerta y entré - se puede?.

- Por supuesto pasa - manifestó caminando hacia mi y recibíendome con un beso en cada mejilla - anda, pasa, y ponte cómodo, Lisa estará aquí enseguida, te apetece una taza de café o algo? - ofreció volviendo a su silla detrás de su bien ordenado escritorio.

- Te lo agradezco, pero no quiero nada, sinceramente solo deseo resolver este asunto de una vez - reconocí tomado asiento en uno de los sillones frente a su mesa.

- Díme, pudiste encontrar una solución legal a todo esto?.

- Mmm, sobre eso, hablé con Alan al respecto y como no hay mucho tiempo para buscar otras posibilidades, la única solución que pudo darme es que Lisa y yo nos casáramos ante la ley, y así poder ser los tutores legales de los niños - anuncié tragando saliva.

- Oh Dios!, eres un hombre muerto - señaló en un tono burlón.

- Y es por eso, que tú se lo dirás.

- Quien yo?, Olvídalo, tu eres el que necesita de todo esto, no yo, además ya cumplí mi parte - alegó.

- Y crees que se moleste? - pregunté incrédulo.

- Sí, por supuesto que se molestará y mucho! - aseguró y yo solté un resoplido, de repente la puerta se abrió y Lisa entró.

- Lo siento, se me hizo un poco tarde - se disculpo y se sentó en el sillón junto a mí.

- No te preocupes, Liam también acaba de llegar - explicó la castaña y se levantó de su lugar, caminó hacia la puerta, y luego nos miró fijamente y preguntó - están seguros de hacer esto?.

- No!! - jadeamos los dos al mismo tiempo.

- Pero será mejor que resolvamos esto de una vez, antes de que vuelva a cambiar de idea - señaló Lisa.

- Siendo así, iré por ellos - dijo y salió, dejándome a solas con Lisa, el ambiente era algo incómodo, solo había silencio, seguido de algunas que otras miradas disfrazadas de vez en cuando, no acostumbro actuar de este modo con nadie y mucho menos frente a una mujer, siempre las traigo comiéndo en la palma de mi mano, pero con Lisa es diferente no puedo explicar porque, pero ella simplemente me pone nervioso y mis manos empiezan a sudar, como si fuera un adolescente que no tiene el valor de hablarle a la chica que le gusta, nunca he sido así ni de joven y debo admitir que eso es una sensación interesante y me tiene algo intrigado, estaba con estos pensamientos cuando la veo ponerse de pie y caminar de un lado a otro hasta que se detuvo frente a la ventana, decidí hacer lo mismo y caminé hasta donde estaba, ella cruzó sus brazos cuando notó mi presencia, pero no dijo nada, solo dejo escapar un suspiro, tenía la mirada fija al otro lado del cristal, hice lo mismo y me dí cuenta que desde allí podías ver todo el patio, había niños jugando y corriendo por todo el jardín.

- Jamás imaginé, que podrían ser tantos! - observé en voz alta.

- Sí, por desgracia - murmuró ella, pero sin apartar su vista del patio.

- Para ser honesto, nunca me había dado el tiempo de ponerme a pensar en este tipo de cosas - confesé.

- No eres el único, y no todos somos afortunados de tener una familia, sin embargo hay otros que prefieren engañar y distanciarse de la suya - remarcó, y tomé sus palabras como una indirecta para mí, así que simplemente giré sobre mis talones en su dirección y la cuestioné - Acaso te refieres a mi?, porque te informo que no sabes nada, ni de mi, ni de mi vida, así que no tienes ningun derecho de juzgarme.

Una Familia Por Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora