Capítulo 20

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Fue inevitable no ir a buscar consuelo a la casa de Susan Spring ese mismo día, si tan solo hubiera ido desde un primer momento, justo después del almuerzo, probablemente lo primero que hubiera visto la señora Spring una vez que abrió la puerta habría sido mi semblante cansado, pero en su lugar se terminó topando con mis ojos rojos, los cuales aún mantenían resistencia en soltar algunas lágrimas.

Susan Spring como su propio hogar me ofrecían cierto confort que sabía que no iba a encontrar en ningún otro lado, o por lo menos no de momento. Y ahora era cuando más necesitaba estar en un lugar así.

Sentí un gran alivio cuando la señora Spring no me atosigo con preguntas y en cambio, fue corriendo a la cocina para poner el agua a hervir.

No hacía falta preguntar si íbamos a beber té.

Ni tampoco me obligo a entrar en detalles cuando le explique la causa de mi bajón anímico y mis ojos rojos; que la familia estaba a la espera de un nuevo miembro, cosa que Susan Spring ya sabia, pero no se atrevió a comentar antes y la discusión en la que se vieron enfrentados Mason y Mackenzie, y por ende Max y yo también.

—¿Quieres un poco más de té, querida?—la dulce voz de la señora Spring me sacó de mis pensamientos.

—No, gracias.—rechace la oferta con gentileza.

Me acomode en el sofá e inconscientemente solté un suspiro, acto que me recrimine en el interior al sentir la intensidad con la que me miraba Susan.

—Ya vas a ver que las cosas se irán acomodando con el tiempo, Rory.

—Detesto a mi hermana.—confesé en voz baja.

Pero sabía que Susan me había escuchado perfectamente.

Lo que me sorprendió es que su semblante no cambió.

—Es normal que te sientas así.—apoyó su taza de té en la mesa ratona, para luego cruzarse de piernas.—A veces la gente toma decisio-

—No, en serio la detesto.—no podía soportar aquel tono conciliador.—De alguna manera Mackenzie siempre se las arregla para joder...perdón, arruinarnos.—me corregí un poco avergonzada por el vocabulario.

A pesar de la confianza que había desarrollado con la señora Spring, también le tenía respeto. No podía permitirme hablar de esa manera frente a ella, aunque no parecía importarle demasiado.

—Parece ser que tienes una relación complicada con Mackenzie desde hace bastante, ¿siempre fue así?

—No recuerdo un solo día en el que no haya finalizado mi día sin maldecirla antes de irme a dormir.—ignoré el picor en mi garganta.—Oh dios, es horrible lo que estoy diciendo.—tapé mi rostro con mis manos.

No sé porqué creí que las cosas cambiarían al llegar aquí. 

—Mi relación con mi hermana era similar, apenas nos soportabamos en ese entonces y de hecho, las cosas no cambiaron demasiado hasta el día de hoy. Pero tan solo bastaba con entender que quizás cada una iba a estar mejor por su cuenta. Pero tu Rory...tú eres muy joven para estar por tu cuenta, de hecho, todos ustedes son muy jóvenes para que cada uno este por su lado. Necesitan arreglar las cosas, al menos de manera momentánea.

Me quede procesando sus palabras en silencio, mientras jugaba con mis dedos.

—Mason está bastante enojado conmigo...bueno, con todos.

—¿Y cuánto tiempo más vas a permitir que lo siga estando?

—Aún no conoce muy bien a mi hermano.—negué con escepticismo.—Mason es partidario de mantener su espacio hasta que al menos sus emociones se estabilicen.

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