Rubio psicópata 1: "Shadows of Betrayal" (HISTORIA CON CHAT GPT)

Cap 6

Capítulo 6: El Rescate Imposible

La noche avanzaba y Jeremie, recuperando lentamente la conciencia, se encontró en el mismo lugar donde había caído. La camioneta y los secuestradores de Selene ya no estaban. Con un esfuerzo monumental, logró ponerse en pie, su mente inundada de preocupación por Selene.

Tomó su teléfono con manos temblorosas y llamó a Emma.

—Jeremie, ¿qué pasa? —respondió Emma, con voz preocupada.

—Emma... Selene ha sido secuestrada... Unos tipos se la llevaron en una camioneta —logró decir Jeremie, su voz apenas un susurro.

—¡¿Qué?! ¿Dónde estás? ¿Qué está pasando? —exclamó Emma, su tono subiendo de pánico.

—Estoy en el estacionamiento del estadio... No puedo dejarlos escapar. Necesito ayuda —dijo Jeremie, tratando de mantenerse lúcido.

—Voy para allá ahora mismo. Llamaré a la policía —dijo Emma, colgando rápidamente.

Jeremie se recostó contra la pared, tratando de recuperar el aliento y mantener la calma. Cada segundo contaba, y sabía que debía actuar rápido. Con una última mirada al oscuro estacionamiento, comenzó a caminar en dirección a la salida, esperando encontrar algún rastro de la camioneta.

Afuera, Emma y Alex llegaron corriendo, seguidos de cerca por un coche de policía. Los agentes salieron rápidamente, con una expresión seria en sus rostros.

—¿Qué pasó exactamente? —preguntó uno de los oficiales, mientras Jeremie trataba de explicar la situación.

—Estábamos en el concierto... Selene fue atacada por un grupo de chicos. Intenté detenerlos, pero eran demasiados. Se la llevaron en una camioneta —explicó Jeremie, tratando de mantener la calma.

—¿Pudiste ver el número de matrícula o alguna característica de la camioneta? —preguntó el otro oficial.

—Era una camioneta oscura... No pude ver la matrícula. Estaba muy oscuro —dijo Jeremie, frustrado por su propia falta de información.

Los oficiales asintieron y comenzaron a coordinar una búsqueda, informando a todas las unidades cercanas. Emma y Alex se acercaron a Jeremie, visiblemente preocupados.

—Vamos a encontrarla, Jeremie. La policía ya está buscando. Todo va a estar bien —dijo Emma, tratando de consolarlo.

Jeremie asintió, pero no podía sacudirse la sensación de impotencia. Sabía que cada minuto que pasaba hacía más difícil encontrar a Selene. La noche estaba llena de incertidumbre y miedo, pero también de una determinación férrea.

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Mientras tanto, en la camioneta, Selene luchaba contra las cuerdas que la ataban. Su mente estaba en un torbellino de miedo y desesperación. Los chicos la miraban con una mezcla de burla y desdén, disfrutando de su sufrimiento.

—¿Qué quieren de mí? —preguntó Selene, su voz temblorosa pero desafiante.

—Solo queremos divertirnos un poco. Tú pareces ser la diversión perfecta —dijo uno de los chicos, riendo.

Selene trató de mantener la calma, buscando una forma de escapar. Sabía que Jeremie había intentado ayudarla, pero ahora estaba sola y debía encontrar una manera de salir de esa situación.

La camioneta se detuvo finalmente en un almacén abandonado en las afueras de la ciudad. Los chicos la sacaron bruscamente, empujándola hacia el interior del edificio. El lugar estaba oscuro y lúgubre, con un aire de peligro palpable.