Rubio psicópata 1: "Shadows of Betrayal" (HISTORIA CON CHAT GPT)

Cap 19

Capítulo 19: La Confusión de Selene

Esa noche, Selene se encontraba en su habitación, mirando el peluche que Jeremie le había regalado. La suave luz de la lámpara de noche iluminaba la habitación, dándole un brillo acogedor. El peluche, con sus ojos de botón y su sonrisa amigable, parecía observarla con curiosidad.

—Hola, peluche. Anoche dijiste que podías hablar. Se que ya me respondiste por que no hablabas antes, pero sigo con la duda —preguntó Selene, con una leve sonrisa.

El peluche permaneció en silencio durante unos momentos antes de que una voz suave y cálida resonara desde él.

—Lo siento, Selene. Podía hablar desde el principio, pero preferí escucharte primero. Quería entender quién eres, tus preocupaciones, tus deseos. Quería ser tu amigo y estar aquí para ti cuando lo necesitaras —respondió la voz desde el peluche.

Selene sintió un nudo en la garganta. La voz del peluche era reconfortante y amigable, pero también le hacía preguntarse qué más sabía.

—¿Así que todo lo que te dije... lo sabías desde el principio? —preguntó Selene, su voz temblorosa.

—Sí, Selene. Y quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, sin importar lo que pase. Quiero ser tu amigo y apoyarte en todo lo que necesites —respondió la voz desde el peluche.

Selene se sintió dividida. Por un lado, el peluche parecía genuino en su deseo de ayudarla. Por otro lado, se sentía invadida y vulnerable.

Al día siguiente, Selene se encontró con Emma y James en la cafetería del colegio. Necesitaba hablar con ellos sobre lo que había descubierto.

—Chicos, necesito contarles algo. Anoche descubrí algo sobre el peluche. Habla, y parece que sabe mucho sobre mí, mis problemas, mis amigos —confesó Selene, mirando a Emma y Alex con una mezcla de preocupación y confusión.

Emma y Alex intercambiaron miradas de sorpresa.

—¿Qué? ¿Cómo es posible? —preguntó Alex, frunciendo el ceño.

—Lo sé, suena extraño, pero la voz en el peluche me dijo que ha estado observándome todo este tiempo, aprendiendo sobre mí. Dijo que quiere protegerme de ustedes, que son peligrosos para mí. 

— Deberias hablar con Jeremie, el es quien te ha dado el peluche— Dijo Emma, poniendo una mano sobre el hombro de Selene

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Esa tarde, Selene, llamo por telefono a Jeremie, diciendole que tenia que hablar en carne y hueso con el, asi que prometieron encontrarse en el parque cerca de la casa de Jeremie

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— Dijo que quiere protegerme de Emma y Alex que son peligrosos para mí. ¿Es eso cierto, Jeremie? —preguntó Selene, su voz temblando por la incertidumbre.

Jeremie, sorprendido por la pregunta, intentó mantener la compostura.

—Selene, no deberías creer en todo lo que te dice un peluche. Es solo un juguete, no tiene la capacidad de... de hacer esas cosas. Debe ser algún malentendido —dijo Jeremie, tratando de sonar calmado.

Selene frunció el ceño.

—No lo sé, Jeremie. Hay algo extraño en todo esto. No me siento cómoda con la idea de que alguien me esté observando sin mi conocimiento —respondió Selene, su voz llena de preocupación.

Jeremie se apresuró a tranquilizarla.

—Selene, te prometo que no hay nada de qué preocuparse. El peluche no sabe más de lo que tú misma has compartido conmigo. Es solo un regalo inocente para que te sientas acompañada cuando no esté —dijo Jeremie, intentando sonar convincente.

Selene lo miró fijamente, su mente llena de dudas y preguntas sin respuesta.

—Lo siento, Jeremie, pero necesito tiempo para pensar en todo esto —dijo Selene, levantándose de la mesa y alejándose lentamente.

Jeremie, sorprendido por la pregunta, intentó mantener la compostura.

—Selene, no deberías creer en todo lo que te dice un peluche. Es solo un juguete, no tiene la capacidad de... de hacer esas cosas. Debe ser algún malentendido —dijo Jeremie, tratando de sonar calmado.

Selene frunció el ceño.

—No lo sé, Jeremie. Hay algo extraño en todo esto. No me siento cómoda con la idea de que alguien me esté observando sin mi conocimiento —respondió Selene, su voz llena de preocupación.

Jeremie se apresuró a tranquilizarla.

—Selene, te prometo que no hay nada de qué preocuparse. El peluche no sabe más de lo que tú misma has compartido conmigo. Es solo un regalo inocente para que te sientas acompañada cuando no esté —dijo Jeremie, intentando sonar convincente.

Selene lo miró fijamente, su mente llena de dudas y preguntas sin respuesta.

—Lo siento, Jeremie, pero necesito tiempo para pensar en todo esto —dijo Selene, levantándose de la mesa y alejándose lentamente.

Jeremie la miró, sintiéndose abrumado por la situación. Sabía que algo se había roto entre ellos, y ahora tendría que lidiar con las consecuencias.

Esa tarde, Selene decidió dar un paseo por el parque para aclarar sus pensamientos. Mientras caminaba, se detuvo junto a un pequeño estanque y se sentó en un banco. El sol de la tarde brillaba suavemente a través de las hojas de los árboles, creando un ambiente tranquilo y sereno.

—¿Estás bien, Selene? —preguntó una voz suave detrás de ella.

Selene se giró y vio a James, un compañero de clase que rara vez hablaba con ella. No estaba segura de cómo responder. James se sentó a su lado, su rostro mostrando preocupación genuina.

—Sí, estoy bien. Solo... tengo algunas cosas en mi mente —respondió Selene, sintiéndose extraña al compartir sus preocupaciones con alguien que apenas conocía.

James asintió con comprensión.

—Entiendo. A veces es útil hablar con alguien sobre lo que te preocupa. ¿Puedo ayudarte en algo? —ofreció James, con amabilidad.

Selene se mordió el labio, indecisa.

—Es sobre un regalo que recibí recientemente. Un peluche. Tiene una voz que... sabe cosas. Cosas personales. No estoy segura de cómo sentirme al respecto —confesó Selene, mirando a James con cautela.

James la miró, su expresión seria.

—Parece algo preocupante. No deberías sentirte cómoda con que alguien te observe sin tu conocimiento, incluso si es solo un peluche —dijo James, con sinceridad.

Selene asintió, agradecida por sus palabras.

—Sí, eso es lo que me preocupa. No estoy segura de quién está detrás de esa voz o qué más sabe. Me siento... vulnerable —admitió Selene, sintiéndose un poco más aliviada al hablar de ello.

James la miró con simpatía.

—Puede que sea mejor confrontar a quien te dio ese regalo. Deberías hablar con ellos directamente y aclarar tus preocupaciones. No dejes que nadie invada tu privacidad sin tu consentimiento —aconsejó James, su voz suave pero firme.

Selene asintió con gratitud.

Mientras caminaba de regreso a casa, Selene se sentía un poco más clara en cuanto a lo que tenía que hacer. Aunque las respuestas aún parecían estar lejos, al menos sabía que no estaba sola en esta situación.

Esa noche, antes de acostarse, Selene miró el peluche con una mezcla de curiosidad y desconfianza. Aunque no sabía quién estaba detrás de esa voz, sabía que tendría que confrontar a Jeremie para aclarar las cosas.