Rubio psicópata 1: "Shadows of Betrayal" (HISTORIA CON CHAT GPT)

Cap 13

Capítulo 13: Amor y Oscuridad

Los días soleados y llenos de risas pronto dieron paso a una nueva etapa en la vida de Selene y Adam. Su relación había florecido, y ambos estaban felices de anunciar oficialmente que estaban saliendo. Selene se sentía afortunada de haber encontrado a alguien que la apoyara y comprendiera, especialmente después de todo lo que había pasado con Jeremie. Adam era su refugio, su roca, y estar con él la hacía sentir completa.

Con su relación formalizada, Selene también comenzó a reconectar más con Emma y Alex. Pasaban tiempo juntos, y sus lazos de amistad se fortalecían. Aunque Selene ya no estaba enamorada de Alex, lo valoraba profundamente como amigo, y estaba agradecida por su apoyo constante. Emma también había sido un pilar importante, ayudándola a superar los momentos difíciles.

Una noche, mientras Selene estaba en la casa de Adam, ocurrió algo que cambiaría el curso de su relación. Estaban sentados en el sofá, viendo una película, cuando Selene decidió ir a la cocina por unos bocadillos. Mientras buscaba en los armarios, notó una pequeña caja escondida en la parte superior de uno de ellos. La curiosidad la venció, y bajó la caja para ver qué contenía.

Al abrirla, encontró una serie de cartas y documentos que revelaban un lado de Adam que nunca había conocido. Había correspondencia con un nombre diferente, fotos de personas desconocidas y documentos legales que indicaban un pasado lleno de problemas legales y conflictos. Selene sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral. Esto no era el Adam que ella conocía, el hombre amable y protector que había llegado a amar.

Cuando Adam entró a la cocina y la vio con la caja, su expresión cambió instantáneamente. Los ojos cálidos y amorosos se transformaron en una mirada fría y dura.

—¿Qué estás haciendo con eso? —preguntó con una voz tensa.

—Yo... yo solo... —tartamudeó Selene, sintiendo el miedo apoderarse de ella.

Adam se acercó rápidamente, arrancándole la caja de las manos.

—No tienes derecho a husmear en mis cosas, Selene —dijo, sus palabras llenas de ira.

—Lo siento, no sabía... —intentó disculparse, pero Adam la interrumpió.

—Ahora que lo sabes. Quiero que sepas una cosa, Selene. No quiero verte cerca de Alex ni de ningún otro chico. ¿Entendido? —sus ojos brillaban con una amenaza velada.

Selene sintió un nudo en el estómago. Este no era el Adam que ella conocía. ¿Qué había pasado con el hombre amable y comprensivo que la había ayudado a superar sus miedos?

Los días siguientes fueron un torbellino de emociones contradictorias. Adam comenzó a mostrarse más posesivo y celoso. Insistía en saber dónde estaba Selene en todo momento y a menudo se enojaba sin razón aparente. La relación que alguna vez fue su refugio se estaba convirtiendo en una prisión.

Una noche, mientras Selene estaba en la casa de Adam, recibió una llamada de Alex. Aunque dudó al principio, decidió contestar.

—Hola, Alex —dijo, tratando de sonar tranquila.

—Selene, solo quería saber cómo estabas. Hace tiempo que no hablamos —respondió Alex, su voz llena de preocupación.

Selene miró a Adam de reojo. Él estaba en otra habitación, pero podía sentir su presencia como una sombra amenazante.

—Estoy bien, solo un poco ocupada últimamente —dijo, intentando no levantar sospechas.

La conversación fue breve, y cuando colgó, Adam apareció en la puerta, su expresión llena de furia contenida.