Rubio psicópata 1: "Shadows of Betrayal" (HISTORIA CON CHAT GPT)

Cap 10

Capítulo 10: Sombras Amenazantes

Esa noche, después de la desgarradora conversación con Selene, Alex y Emma se encontraban en la habitación de Emma, tratando de idear un plan para que su amiga descubriera la verdad sobre Jeremie. La frustración y la desesperación colgaban en el aire mientras ambos discutían sus opciones.

—No podemos dejar que Jeremie siga manipulándola así —dijo Alex, con el ceño fruncido y la mandíbula apretada. Estaba sentado en el borde de la cama, moviendo nerviosamente una pierna—. Necesitamos una prueba concreta, algo que Selene no pueda ignorar.

—Lo sé, pero ¿qué tipo de prueba podríamos conseguir? —respondió Emma, que caminaba de un lado a otro en la pequeña habitación, sus manos temblando levemente por la tensión—. Jeremie es astuto y siempre está un paso adelante.

Alex se llevó una mano a la cabeza, frotándose las sienes mientras intentaba pensar.

—¿Qué tal si lo grabamos? —sugirió finalmente—. Podríamos atraerlo a una trampa y grabarlo confesando sus intenciones o haciendo algo que no pueda justificar.

Emma asintió lentamente, considerándolo.

—Podría funcionar. Pero tendría que ser algo que no pueda negar. Necesitamos atraparlo en el acto.

Mientras discutían sus opciones, no se dieron cuenta de que Jeremie había estado vigilándolos. Oculto en las sombras, había seguido a Alex después de la confrontación con Selene. Su obsesión y celos habían alcanzado un punto de no retorno, y estaba decidido a no dejar que nadie se interpusiera entre él y Selene.

Con movimientos sigilosos, Jeremie se deslizó hacia la casa de Emma y se escondió cerca de la ventana abierta de su habitación, escuchando cada palabra. La rabia crecía dentro de él con cada plan que oía. No podía permitir que Alex y Emma destruyeran lo que había construido con tanto esfuerzo. Selene era suya, y haría cualquier cosa para mantenerla a su lado.

Finalmente, después de una larga discusión, Alex y Emma parecieron llegar a un consenso.

—Mañana por la mañana —dijo Alex, levantándose de la cama—. Mañana confrontaremos a Jeremie y lo grabaremos. Tiene que confesar, o al menos mostrarse tal como es.

Emma asintió, aunque su rostro mostraba preocupación.

—Ten cuidado, Alex. Jeremie no es una persona fácil de manejar.

Alex sonrió débilmente.

—Lo sé. Pero por Selene, vale la pena el riesgo.

Mientras se preparaba para irse, un ruido sordo se escuchó en el exterior de la casa. Alex y Emma intercambiaron una mirada de sorpresa y preocupación.

—¿Qué fue eso? —susurró Emma, acercándose a la ventana para mirar afuera.

Antes de que pudiera ver algo, la puerta de la habitación se abrió de golpe. Jeremie entró con una expresión de furia en su rostro, sus ojos brillando con una mezcla de locura y determinación.

—¡Jeremie! —exclamó Alex, dando un paso atrás—. ¿Qué estás haciendo aquí?

—Sabía que no podía confiar en ustedes dos —gruñó Jeremie, avanzando hacia Alex—. No puedo permitir que interfieran con Selene y conmigo.

Emma intentó interponerse entre ellos, pero Jeremie la empujó con fuerza, haciéndola caer al suelo. Se abalanzó sobre Alex, sacando un cuchillo que había ocultado en su chaqueta.

—¡Jeremie, detente! —gritó Emma, tratando de levantarse.

Pero Jeremie estaba fuera de control. Con un movimiento rápido, levantó el cuchillo y lo dirigió hacia Alex. Sin embargo, Alex logró desviar el ataque, agarrando la muñeca de Jeremie y empujándolo contra la pared.