I REGRET (SOUKOKU)

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— Dazai — comenzó, su voz temblando ligeramente. — Quiero que sepas que estoy arrepentido. No era mi intención lastimarte.

— ¿Arrepentido? — repitió Dazai con una mezcla de incredulidad y desdén. — ¿Y eso qué cambia ahora?

Chuuya mantuvo la mirada, tratando de transmitir toda su sinceridad. — Sé que no cambia lo que pasó. Pero quiero que sepas que nunca quise herirte. Todo lo que hice fue... fue por miedo y confusión.

— ¿Miedo y confusión? — Dazai dejó escapar una risa amarga.

— Por favor, escúchame —  suplicó Chuuya, dando un paso adelante. — Me arrepiento y no sabes cuanto, cada dia me maldigo por lo cobarde que fui.

— ¿Y qué se supone que haga con tu arrepentimiento, Chuuya? ¿Lo uso como un parche para curar las heridas?

— No, no es eso —  Chuuya sacudió la cabeza. — Solo quiero que entiendas que, a pesar de todo, te amo. Siempre te he amado yo....

— ¡ Mentira! — lo interrumpió, su voz resonando con rabia contenida.  — ¡Mentira! ¡Todo lo que dices es una maldita mentira!.

Chuuya sintió que su corazón se rompía al ver el dolor en los ojos de Dazai. — No, no lo es — dijo, intentando acercarse nuevamente. — Te juro que te amo.

— Mentira — repitió Dazai, esta vez en un susurro, la voz quebrada por la emoción. — Mentira,  tu nunca me amaste....

Chuuya negó con la cabeza desesperadamente, dando otro paso hacia Dazai. — No, Dazai. No es mentira.

Intentó tocar a Dazai, pero él lo apartó bruscamente, su expresión una mezcla de dolor y furia. — No me toques — advirtió, su voz temblando. — No puedo creer en ti.

— Dazai... por favor...

—¡Todo lo que dices es una maldita mentira! —gritó Dazai. Chuuya retrocedió un paso, sorprendido por la intensidad del grito—. Fyodor ya me contó todo. Tú y Nikolai solo se han estado burlando de mí a mis espaldas. Es mejor que dejes de fingir.

Chuuya quería decirle que no era cierto pero Dazai volvió a hablar.

— ¿Me amas? ¿De verdad? — Dazai lo interrumpió, su voz temblando de rabia y dolor — ¿Realmente lo haces? ¿O solo es por puro orgullo? No soportas verme con alguien más, ¿verdad? Perdiste tu juguete y ahora lo quieres recuperar.

Chuuya negó con la cabeza, desesperado por encontrar las palabras correctas.

— Dazai, por favor, escúchame...

— ¡No! — Dazai levantó la mano, silenciándolo de nuevo — Estoy harto de tus mentiras, Chuuya. ¿Por qué no puedes ser sincero por una vez en tu vida?

— ¡Dazai escúchame! — Chuuya alzó la voz — No te estoy mintiendo. En serio lo siento. De verdad te amo — dijo Chuuya, con la voz quebrada por la emoción. Dazai notó el temblor en sus palabras, y algo en su interior se agitó.

— Entonces, ¿Por qué te fuiste? — preguntó Dazai, hablando suavemente pero aún cargado de dolor.

Chuuya respiró hondo, tratando de encontrar las palabras correctas.

— Tenía miedo, Dazai. Miedo a salir lastimado. Era la primera vez que sentía estos sentimientos tan intensos y me negaba a aceptarlos. Siempre había sido fácil mantener una fachada, ser el fuerte, el que nunca se deja llevar. Pero tú... tú rompiste todas mis barreras — dijo, su voz temblando mientras hablaba — Cuando me besaste aquella noche, se sintió bien, se sintió correcto. Pero algo dentro de mí decía que solo lo hacías por aquel compromiso. Sin embargo tu tratabas de acercarte a mi, empecé a dudar y a preguntarme ¿ Realmente te mantenias a mi lado por gusto propio?. Cada día tenía esa duda, pero tenía miedo de preguntar y saber la respuesta. Cuando llegó el día para formalizar, me asuste mucho, sentía demasiada presión y actúe como un imbécil. No hay justificación para mi comportamiento.