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Chuuya, con la mirada fija en el suelo, se movía de un lado a otro en su oficina, murmurando palabras ininteligibles mientras trataba de procesar lo que había sucedido. Estaba completamente avergonzado de haberle dicho eso a  Dazai de esa manera, y esa sensación lo consumía por dentro.

Nikolai, echado en el sofa frente a él, se divertía observando la reacción de Chuuya. Con una sonrisa burlona en el rostro, tomaba un trozo de pastel y lo saboreaba lentamente. — No seas tan dramático, Chuuya-kun — comentó entre mordiscos, intentando aliviar la tensión en el ambiente.

Chuuya levantó la vista hacia Nikolai, con una expresión de indignación. —¡No estoy siendo dramático! — exclamó, frustrado por no poder controlar sus emociones.

Nikolai terminó de comer su pastel y se limpió los labios con una servilleta. — Bueno, en vista de que estás así, tal vez deberíamos postergar nuestro próximo plan para otro día —  sugirió con calma.

Chuuya frunció el ceño y negó con la cabeza. — ¡No!

Nikolai arqueó una ceja — ¿Estás seguro?

Chuuya suspiró profundamente y se pasó una mano por el cabello. — Necesito recuperar a Dazai

Nikolai asintió lentamente — Está bien, que continúe el juego.

– Esta vez, espero que tu plan no incluya involucrar la destrucción de la mafia — Chuuya lo miró juzgandolo.

Nikolai hizo una mueca de desagrado. — ¡Eso suena aburrido! ¿No podemos hacer algo más emocionante? — protestó, cruzándose de brazos.

Chuuya rodó los ojos ante su reacción — ¡Esto no es un juego, Nikolai! — replicó, con un tono de voz cargado de seriedad.

Nikolai suspiró resignado — Esta bien escucha Dazai-kun no puede usar su brazo debido a la bala que tiene en el hombro. Cualquier movimiento le causará dolor, así que necesitará ayuda — explicó.

Chuuya asintió prestando atención.

Nikolai sonrió — Ahí es donde entras tú — respondió, mirándolo directamente a los ojos. — El necesitara  ayuda y serás tu quien se la brindará.

Chuuya lo miró en silencio por un momento, procesando la información. — ¿Y qué pasará con Fyodor? — preguntó .

Nikolai mantuvo su sonrisa — Ya te lo he dicho, me encargaré de él — aseguró. Para luego murmurar un " y de la mejor manera"

– ¿Qué dijiste ?

– Nada importante.

Chuuya no le tomó importancia y lo dejó pasar.

Chuuya estaba parado frente a la puerta de la oficina de Dazai, con la mirada fija en su teléfono esperando el mensaje de Nikolai que indicaría que era hora de entrar en acción

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Chuuya estaba parado frente a la puerta de la oficina de Dazai, con la mirada fija en su teléfono esperando el mensaje de Nikolai que indicaría que era hora de entrar en acción. Cuando finalmente llegó el mensaje, suspiró profundamente y se preparó para lo que iba a hacer.

I REGRET (SOUKOKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora