Dejar que el orgullo domine nuestro corazón y nos impida aceptar nuestros sentimientos por alguien, puede llevarnos a lastimar a esa persona. Y cuando finalmente intentamos remediarlo, a menudo es demasiado tarde para enmendar el daño causado.
Esto...
La atmósfera en la habitación se volvió aún más tensa cuando Mori propuso su trato a Dazai. Sus palabras resonaron en la mente de Dazai, envolviéndolo en una mezcla de temor y ansiedad.
– ¿Un trato? — repitió Dazai, sus ojos buscando los de Mori en busca de claridad. — ¿Qué tipo de trato?
Mori asintió con solemnidad antes de continuar. — Si Chuuya-kun rechaza la propuesta formal de matrimonio, entonces Kouyou buscará otro candidato adecuado para el puesto que ocupara el — explicó, su tono imperturbable mientras observaba la reacción de Dazai.
Las palabras de Mori le dejaron aturdido. La idea de que pudiera casarse con alguien más lo llenó de un profundo dolor, pero al mismo tiempo, comprendía la importancia de mantener la estabilidad dentro de la mafia.
– ¿Así que si Chuuya dice que no, buscarán a otro candidato? -— repitió Dazai, sintiendo cómo el peso de la situación recaía sobre sus hombros.
Mori asintió con seriedad. — Exactamente. No podemos permitir que el futuro de la mafia quede en riesgo debido a complicaciones personales.
El corazón de Dazai latía con fuerza en su pecho mientras consideraba las implicaciones de la propuesta de Mori. Sabía que aceptar significaría renunciar a la esperanza de un futuro con Chuuya, pero también sabía que no podía permitirse ser egoísta en una situación tan delicada.
Después de un momento de reflexión, Dazai respiró profundamente y se enfrentó a Mori con seguridad en sus ojos. — Entiendo — dijo con voz firme. — Acepto el trato.
A pesar de la angustia que sentía en su interior, Dazai sabía que debía hacer lo que fuera necesario para proteger el bienestar de la mafia. Aun así, una pequeña chispa de esperanza ardía en su corazón, una esperanza de que tal vez, solo tal vez, Chuuya aceptaría la propuesta y podrían estar juntos.
Mori asintió con aprobación, reconociendo la difícil decisión que Dazai había tomado. — Espero que Chuuya-kun acepte — dijo, su voz llena de seriedad. — Pero si no lo hace, debes estar preparado para aceptar las consecuencias.
Dazai asintió en silencio, sabiendo que el futuro que había imaginado para él y Chuuya estaba en juego. Aunque doliera, sabía que debía estar dispuesto a sacrificar su felicidad personal por el bien de la mafia.
Con un suspiro pesado, Dazai se despidió de Mori y Kouyou, saliendo de la habitación con la mente llena de pensamientos turbulentos.
Después de la tensa reunión con Mori, Dazai sintió la necesidad de alejarse y encontrar un momento de tranquilidad. Se dirigió hacia uno de los jardines de la mafia, buscando un respiro en medio de la agitación que llenaba su mente. Sin embargo, su breve momento de soledad fue interrumpido cuando notó la presencia de alguien acercándose. Levantó la mirada para encontrarse con Kouyou, quien se acercaba con una expresión serena en el rostro.
– Ane-san — saludó Dazai con un gesto de respeto mientras ella se aproximaba. Kouyou devolvió el saludo con una suave inclinación de cabeza antes de hablar. — Dazai-kun, estoy segura de que has tomado una decisión difícil esta tarde — comentó con calma.
Dazai asintió, reconociendo la gravedad de lo que había aceptado en la reunión con Mori.— Sí, lo hice. Pero sé que era lo correcto.
Kouyou sonrió con suavidad, admirando la valentía de Dazai al enfrentar las difíciles decisiones que la mafia exigía. — Respeto tu decisión, Dazai querido — dijo sinceramente. — Y espero que todo salga como deseas. Personalmente, me encantaría ver a mi pequeño Chuuya contigo.
El corazón de Dazai se sintió cálido ante las palabras de Kouyou. Valoraba su apoyo en momentos como este. — Gracias, Ane-san — respondió con gratitud.
– Espero que tus deseos se hagan realidad. — Kouyou asintio, antes de cambiar de tema con una sonrisa. — Hablando de eso, ¿Te gustaría que te ayudara a organizar la pedida de mano? Sería un honor para mí — ofreció amablemente.
Dazai se sintió sorprendido por el gesto de Kouyou, pero también agradecido. La idea de pedirle la mano a Chuuya de una manera formal y significativa había estado en su mente durante mucho tiempo, y ahora, con la ayuda de Kouyou, podría hacer realidad ese sueño.
– Estaria encantado de recibir su ayuda. — Dazai rrspondio con una sonrisa genuina. — Significaría mucho para mí.
Con eso decidido, Dazai y Kouyou se sumergieron en los preparativos para la pedida de mano. Juntos, eligieron el salón principal de la mafia como el lugar para el evento, y comenzaron a trabajar en la decoración, llenando el espacio con arreglos lujosos y elegantes que reflejaran la importancia del momento que estaban a punto de compartir.
Finalmente, el día de la pedida de mano llegó, y el salón principal estaba deslumbrante con luces brillantes y elegantes flores. Los invitados comenzaron a llegar, incluidos los altos ejecutivos de la mafia y algunos amigos cercanos. Dazai estaba nervioso pero emocionado, esperando ansiosamente la llegada de Chuuya y el momento crucial que estaba por llegar.
El salón principal de la mafia estaba adornado con esplendor y con luces tenues que llenaban el ambiente de un aura de solemnidad y grandeza. Kouyou, después de haber ayudado a organizar cada detalle con meticulosidad, se encaminó hacia la habitación de Chuuya para asegurarse de que estuviera listo.
Al entrar en la habitación de Chuuya, Kouyou se sorprendió al ver lo impecablemente arreglado que estaba. Sin embargo, la seriedad en su rostro no pasó desapercibida para ella.
– ¿Qué sucede, Chuuya — preguntó Koyo con preocupación mientras observaba a Chuuya con atención.
Chuuya, sin embargo, parecía poco dispuesto a hablar sobre el asunto. — No importa Ane-san. Solo lleguemos al lugar lo más rápido posible. — respondió bruscamente, indicando su deseo de concluir con el asunto lo más pronto posible.
Kouyou suspiró ante la actitud de Chuuya, pero decidió no presionarlo más. Sabía que había mucho en juego y que Chuuya estaba enfrentando emociones complejas en ese momento.
– Entendido — dijo Kouyou con calma, antes de guiar a Chuuya hacia el salón principal donde la ceremonia estaba a punto de comenzar.
Al llegar al lugar, Chuuya se sorprendió al ver la majestuosidad de la decoración y la presencia de los invitados reunidos. Sus ojos se posaron en Dazai, quien estaba en el centro del salón, radiante y elegante.
Aunque Chuuya no quería admitirlo, no pudo evitar sentirse impresionado por la apariencia de Dazai. Reconoció en silencio su belleza, aunque sus sentimientos internos seguían siendo complejos y confusos.
Con paso lento, Chuuya se acercó a Dazai, ignorando la mirada de los demás presentes. Un murmullo recorrió en la multitud cuando lo vieron, sabiendo la importancia de su presencia en el evento.
Dazai, al ver a Chuuya acercarse, sintió un torbellino de emociones dentro de sí. Sabía que este momento era importante, y estaba dispuesto a realizar su última jugada para ganarse el corazón de Chuuya de una vez por todas.
Cuando Chuuya finalmente estuvo frente a él, Dazai le ofreció una reverencia respetuosa,
Chuuya devolvió el gesto y los dos se quedaron en silencio por un momento, dejando que el peso del momento llenara el espacio entre ellos.
" A veces, el corazón insiste en intentarlo una última vez, incluso cuando la razón sabe que ya no hay interés."
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